«La transformación de Avilés, más allá del uso urbanístico del suelo, es interesante»
La catedrática Rosario López señala que los Planes Generales de Ordenación están «obsoletos» y necesitan de planes estratégicos
María Rosario López Ibáñez, catedrática de Derecho Administrativo en la Universidad de Oviedo y directora general de Suelo y Políticas Urbanas en el Ministerio de Vivienda de 2008 a 2012, aplaudió ayer la planificación urbanística que se está llevando a cabo en Avilés. Si bien aclaró que está más familiarizada con la autonómica, aseguró que «el gobierno local está tomando decisiones que están transformando (el espacio) más allá del uso urbanístico que pueda tener el suelo en el concejo», algo que cree que se aprecia ya en la «ciudad hecha» y que califica como «muy interesante y bien enfocado».
Porque los planes generales de ordenación urbana que eran la piedra angular de la planificación urbanística ya no lo son. «Han quedado obsoletos» y necesitan ser completados con los estratégicos, aseguró López Ibáñez, que se expresó en estos términos en la jornada sobre 'El paradigma regulatorio de las transformaciones urbanas: más allá de la sostenibilidad', organizada por la Cátedra Concepción Arenal, de la Universidad de Oviedo, en el Centro de Servicios Universitarios.
«El Plan Urbanístico clásico ya no es el único instrumento válido», afirmó. ¿Por qué? Porque «no se puede esperar cuatro o seis años a aprobar un PGO, ha quedado absolutamente desfasado porque las necesidades que hay que atender requieren más rapidez».
La directora de Urbanismo insta a explorar los parques de alquiler de locales como medida hacia el pequeño comercio
Ahí entran en escena los llamados 'planes estratégicos' que, tras un diagnóstico de las necesidades, toman en consideración a todos los actores (gobiernos, ciudadanía, organizaciones y entidades representativas de toda la sociedad civil) y defienden una planificación.
En su opinión, los PGO «no han quedado inservibles sino obsoleto», por lo tanto «hay que encajarlo con otras piezas, que son las planificaciones estratégicas, que no están procedimentalizadas, pero que obviamente al no estar constreñidas por esta burocracia son hojas de ruta que se diseñan mucho más rápido».
Laura López Díaz, arquitecta urbanista y directora general de Urbanismo en el Principado de Asturias, llevó la cuestión a la realidad cotidiana poniendo de manifiesto, en primer lugar, la contradicción entre los procesos de transformación urbana a los que se ven obligados las ciudades, en las que vive el 57% de la población mundial, y que «redundan generalmente en gentrificación, que es lo contrario a la sostenibilidad».
Reconoció que el papel de las administraciones es «conjugar estos dos mundos», algo «muy complicado porque cualquier proceso de regeneración conlleva un encarecimiento del resultado». En cualquier caso, «las administraciones tenemos que estar vigilantes y poner medidas sean en forma de vivienda pública o de parque de alquiler de locales, que es algo de lo que se habla poco». Estos parques, sobre los que no solo se habla poco sino que tampoco se está trabajando sobre ellos, es una de las soluciones que la directora general apunta para ayudar a la supervivencia del pequeño comercio. «Tenemos tal problema de vivienda que intentamos enfocarnos en que la gente tenga un techo para vivir, algo hoy francamente difícil incluso con buen trabajo», justificó.
Respecto a la conversión de locales en vivienda considera que es «un arma de doble filo» porque esa ocupación implicaría «menos vida en las calles, fundamental para que haya seguridad, y para la cohesión social».
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