«Si Triguero se ocupa ahora de Avilés debe ser que ya encontró dónde enterrar el jarofix»

La solicitud formulada por la alcaldesa de Castrillón, Yasmina Triguero, en aras de que se estudie la denominada 'alternativa Balbín' al trazado de la Ronda Norte «es extemporánena y responde únicamente a intereses partidistas de Izquierda Unida. Es lo mismo que defiende aquí el tripartito», añadió Luis Ramón Fernández Huerga, portavoz del gobierno local de Avilés, en referencia a Somos, Ganemos y la propia IU. Dicha propuesta aboga por soterrar un tramo de la N-633 -la Arteria del Puerto- al igual que está previsto hacer con las vías del ferrocarril para dar salida hacia la autopista al tráfico rodado que ahora soporta la avenida del Conde de Guadalhorce.

Las declaraciones de Triguero demuestran, a jucio de Fernández Huerga, «que mantiene su actitud localista. Pretende romper el protocolo ya establecido y volver al punto de partida, que no se haga nada», actitud que atribuye «a un interés meramente electoral».

El portavoz socialista tiró de ironía. «Si -Triguero- se ocupa ahora de los problemas de Avilés debe de ser porque ya ha encontrado en su concejo un lugar para sepultar el jarofix que genera Asturiana de Zinc», empresa asentada en Castrillón. Desde hace años se entierra en Avilés, en la margen derecha de la ría, «y el depósito está próximo a colmatarse».

La actual propuesta de Ronda Norte contempla que la futura carretera de acceso al puerto discurra en su integridad por el municipio de Avilés, diez kilómetros de trazado a través de Gaxín con enlace en la Variante. «Es producto de un intenso trabajo de los técnicos municipales, del Principado y del Ministerio de Fomento que ha recibido el visto bueno de los agentes sociales. Y ahora vienen con una nueva propuesta. Ya está bien. Ni los intereses electorales de IU ni el localismo de la alcaldesa de Castrillón nos van a parar», manifestó Huerga, que también recordó que un trazado acordado anteriormente por el Ministerio, el Principado, el Puerto y el Ayuntamiento de Avilés cayó en saco roto «para satisfacción de la alcaldesa de Castrillón, que no quería que la carretera pase por su concejo. Pues la ahora proyectada ni siquiera lo roza».