Los vecinos de Llaranes estudiarán medidas de presión contra el ruido de la autovía

Llaranes vuelve a sentirse un barrio aislado, en este ocasión por el ruido que genera la autovía AI-81. El nuevo mapa estratégico que elaborará el Ministerio de Transportes solo excluye el tramo de autovía que transcurre por el poblado obrero, ya que ha sido transferida su competencia al Principado tras el acuerdo para construir el enlace del Parque Empresarial.

Por tanto, se da la paradoja de que el Gobierno central analizará el ruido de la Variante de la N-632 desde la altura de Bustiello hasta Vegarrozadas, y a la vez ejecutará ya medidas reductoras del ruido, junto con el Gobierno regional desde el límite de Llaranes y de Avilés con Corvera, en beneficio de los vecinos de Trasona, también afectados durante décadas por la autovía.

La primera media de la asociación de vecinos Santa Bárbara fue ayer convocar una reunión de urgencia con los vecinos afectados. Está fijada para este jueves, a las 18.30 horas en el Centro Sociocultural de Llaranes. Además, de forma paralela, en los próximos días también se contactará con el Ayuntamiento para pedir apoyo y que su reivindicación de un trato igualitario con el resto de vecinos que residen junto a la autovía en Avilés y en Corvera.

Tal y como publicó este periódico, el gobierno municipal ha atendido la inquietud vecinal con la elaboración de un informe sobre el ruido de la autovía AI-81 y el nuevo enlace del PEPA. Ese documento, que confirma la superación de los límites de decibelios que fija la legislación en varios tramos horarios, fue remitido al Principado para que adopte medidas, pero el Gobierno regional no ha contestado al requerimiento.

Por otro lado, el grupo municipal de Ciudadanos Avilés se mostró ayer satisfecho de que «por fin el Ministerio de Transportes y Movilidad esté dispuesto a evaluar el ruido del intenso tráfico que soporta el tramo de la Variante que discurre próximo a la zona residencial de La Grandiella». La concejala del partido naranja, Carmen Pérez Soberón, afirmó que su grupo va a seguir apoyando a los vecinos en una reivindicación que «ha conseguido su primer objetivo, pero que aún tiene una larga carrera por delante porque somos conscientes de que la Dirección General de Carreteras no se caracteriza por la rapidez, por lo que seguiremos atentos y armados de paciencia hasta conseguir solucionar un problema que afecta al día a día de muchos vecinos».

En enero de 2019, el grupo municipal de Ciudadanos presentó una moción en el pleno para que el Ayuntamiento interviniera en este asunto, iniciativa que fue aprobada por todos los grupos, incluido el socialista. «Así se consiguió que el Departamento de Medio Ambiente iniciara un informe que luego se presentó ante la Dirección General de Carreteras».

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