Versalles venera a Covadonga en privado

Los vecinos de Versalles tuvieron ayer oportunidad de honrar a la virgen de Covadonga con una misa que, aunque este año no pudo celebrarse en la calle La Paz al aire libre como es tradicional. Se llevó a cabo en la iglesia de La Magdalena, manteniendo su significado y aprovechando para pedirle a la patrona de Asturias que ayude a todos los enfermos contagiados de covid, un virus que recientemente ha dejado a más de cuarenta personas afectadas en la zona por un brote en el Polígono.

Con todas las medidas de seguridad, incluida una mesa de desinfección a la entrada de la iglesia y el aforo reducido, el párroco David Cuenca, ofició a las 12 horas una emotiva ceremonia que fue emitida en directo, a través de la página de Facebook de la parroquia, para todos aquellos feligreses que no habían podido acudir al acto, incluidos aquellos que permanecían confinados en sus hogares por haber sido contagiados del virus.

«El efecto del brote aquí en la zona de La Magdalena, donde hay algo más de cuarenta contagiados, se ha notado mucho en la parroquia, los vecinos han estado muy preocupados. Sin embargo, ha venido mucha más gente de la esperada a la misa de la Santina, que también hemos querido acercar a todos los feligreses que se han tenido que quedar en casa», explicaba el párroco señalando que lo importante había sido el poder honrar a la virgen, aunque no fuese con la tradicional misa en la calle.

Al igual que en el oficio celebrado una hora antes en otra de las parroquias de la unidad pastoral, la de San Agustín, el párroco y los feligreses pidieron a la Virgen de Covadonga por los enfermos, por sus familias y amigos y también por todas las personas fallecidas. Del mismo modo, Cuenca tuvo una petición para los gobernantes, «para que encuentren soluciones efectivas a esta crisis y consigan llegar a acuerdos».

Los algo más de cincuenta asistentes a la iglesia de La Magdalena ayer destacaban «lo bonita que había quedado la iglesia» y coincidían con el párroco en lo importante de haber podido celebrar este evento religioso, aunque no fuese en su escenario habitual ya que, tal y como señalaban muchos feligreses, «en momentos como estos necesitamos aún más que la Santina nos proteja bajo su manto».