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Un grupo observa el panel de la programación festiva de agosto protegidos de la lluvia con paraguas. MARIETA
El volumen de lluvias se redujo en Avilés un 2% en los últimos cincuenta años

El volumen de lluvias se redujo en Avilés un 2% en los últimos cincuenta años

El Observatorio de la Sostenibilidad prevé que las precipitaciones sigan bajando hasta asemejar la vegetación a la del sudeste del país

RUTH ARIAS

AVILÉS.

Domingo, 15 de septiembre 2019, 02:04

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La mayoría de los avilesinos tienen aún en su retina la imagen de unos jóvenes paseándose en barca por la calle Llano Ponte, completamente inundada, en septiembre del año 2016, y recuerdan como seis años antes de eso, la damnificada fue la factoría de Alcoa en San Balandrán. Llano Ponte volvió a anegarse en octubre del año pasado, mientras que esta primavera quienes han tenido problemas han sido los vecinos de El Reblinco. Pese a todo, lo cierto es que ahora llueve menos que antes. Un informe del Observatorio de la Sostenibilidad, un organismo independiente conformado principalmente por profesores universitarios y científicos de distintos centros de investigación, ha constatado un descenso de un 2,19% en las precipitaciones en Avilés en los últimos cincuenta años.

Para obtener este dato han analizado las series temporales de precipitaciones en las estaciones meteorológicas de varias ciudades españolas, una por provincia, y en el caso de Asturias la escogida ha sido Avilés, que se convierte en la sexta del país con un mayor descenso de las lluvias. El ránking lo encabeza Vigo, con un 6,5% de merma, seguido de Gerona, Córdoba, Cádiz y Sevilla. Mientras, otros lugares como Jaén o Palencia registran un incremento de las precipitaciones de un 4 o un 5%.

La conclusión es que en el conjunto del país, las lluvias se han mantenido estables desde 1965, pero el comportamiento no ha sido homogéneo sino dispar en cada lugar, y la previsión que esto continúe acentuándose en los próximos años debido al incremento de temperaturas que se ha dado en este mismo periodo de tiempo y que alcanza un los 1,9 grados, según otro informe de esta misma entidad.

En el caso de Avilés, el volumen de las precipitaciones ha sido muy cambiante a lo largo de todos estos años, con picos muy elevados en 1980, 1984 y 1986, que no habían vuelto a aparecer hasta esta década, en la que se ha venido produciendo un incremento global de unos datos que hasta ahora iban claramente a la baja. En conjunto, en esta década ha llovido más que la pasada, con años como 2010, 2013 ó 2016 en los que el volumen de lluvia caída ha sido similar al de los años 80.

Lo ocurrido en estos últimos años ha paliado una serie en descenso. «En una clara tendencia decreciente de la precipitación, se comprueba en muchos casos un valle de la mayor parte de formas de precipitación en los años 90 y en la primera década del siglo XXI. De forma complementaria, y probablemente como consecuencia del incremento más constante de la temperatura, sí se comprueba una brusca caída de días con nieve en el suelo desde los años 80», señala el estudio del Observatorio de la Sostenibilidad.

Y eso sí es incuestionable, que para los niños avilesinos de hoy la nieve en su ciudad es una rareza que no lo era tanto para quienes hoy rondan la cuarentena. En los años 80 la media era de doce días con presencia de nieve en suelo cada año, una cifra que ahora se ha reducido a tan solo dos.

El informe trataba de comprobar si, como se piensa, la tendencia es a la sequía, tanto meteorológica, es decir, falta de precipitaciones, como hidrológica por falta de caudal en los ríos y agronómica, con efectos en las cosechas. Trataba de averiguar si las lluvias habían disminuido, pero no solo eso, sino también si se observaban cambios en su distribución por estaciones, como así se ha visto que ocurre. La tendencia general en el país es que llueve menos en verano y en invierno, mientras que cae más agua tanto en otoño como en primavera. El cambio más significativo, en el conjunto de España, se da durante el verano, cuando se produce una fuerte disminución de las lluvias con respecto a lo que era habitual hace medio siglo.

En Asturias, desde los años 80 se ha producido un incremento de las precipitaciones en enero, febrero y marzo, además de en junio y noviembre, mientras que en el resto de meses la tendencia es a la baja. En general y con algunas excepciones puntuales, llueve más en invierno y menos en verano, y resultan muy llamativos los casos de diciembre y abril, en los que aprecia una importante disminución de agua.

Tendencia «muy grave»

El Observatorio no se limita, no obstante, a tomar nota de los datos de la Agencia Estatal de Meteorología de las últimas décadas, sino que se atreve también a lanzar sus previsiones para los próximos años, que pasan porque en 2050, dentro de treinta años, el Noroeste de España sea más seco que ahora y el Levante más húmedo. «Solo las Canarias occidentales, la Comunidad Valenciana y Navarra experimentarán + incrementos positivos en la precipitación media anual», señala el informe, que alerta sobre que fenómenos como la gota fría «se harán más intensos y frecuentes».

La reducción de lluvias se dará en el resto de la península de forma moderada, pero será «muy grave» en la zona Noroeste , es decir, Galicia, Asturias, León, Zamora y Salamanca. En el Principado se prevé una merma de 300 mm anuales. «El proceso de xerificación de todo el noroeste peninsular será tan drástico que su vegetación y agricultura se pueden terminar pareciendo más al sudeste peninsular que a la imagen histórica de bosques mixtos caducifolios y prados que viene a la cabeza al pensar en estos territorios», concluye el observatorio.

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