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En el marco del Día Mundial de la Salud, que este año se celebra bajo el lema “Comienzos saludables, futuros esperanzadores”, conversamos con la Dra. Alicia Francos Pérez, ginecóloga especializada en reproducción asistida y directora Médica de la Clínica Emby -Oviedo-
En el marco del Día Mundial de la Salud, que este año se celebra bajo el lema “Comienzos saludables, futuros esperanzadores”, conversamos con la Dra. Alicia Francos Pérez, ginecóloga especializada en reproducción asistida y directora Médica de la Clínica Emby (Oviedo) , sobre la importancia de cuidar la fertilidad y acompañar con empatía a quienes enfrentan dificultades para concebir.
-La fertilidad es una parte esencial de una completa salud. Muchas veces se habla de salud en términos de prevención o curación, pero olvidamos que la posibilidad de formar una familia, si es lo que la persona desea, también forma parte del bienestar físico y emocional, ambos incluidos por la OMS en la definición de salud. Ayudar a una persona a tener un hijo cuando lo desea, en condiciones seguras y acompañadas, es ofrecerle un comienzo saludable. Y sin duda, eso alimenta un futuro esperanzador.
– Si mucho. Se estima que una de cada seis parejas experimenta dificultades para concebir Sin embargo, muchas de las personas que sufren este problema no lo cuenta porque en muchos casos continúa sintiendo un tabú. Seguramente todos nosotros tengamos a nuestro alrededor amigos o familiares que lo están sufriendo en silencio. Por eso, es tan importante hablar de fertilidad con naturalidad, sin juicios ni estigmas.
– Personas muy distintas, con historias de vida muy diversas. Mujeres que desean ser madres solas, parejas heterosexuales con problemas médicos, parejas del mismo sexo que buscan formar una familia y no lo consiguen. También cada vez más acuden a verme personas jóvenes que desean preservar su fertilidad, y sienten que, aunque el momento en que me visitan no es el óptimo para ser padres, no quieren perder la oportunidad en un futuro. Ya que sobre todo en las mujeres, la capacidad reproductiva disminuye y finalmente se pierde con el tiempo.
– Que no están solas ni solos. Que es normal sentirse vulnerables, frustrados o con miedo. Pero también que hay caminos, ciencia y profesionales preparados para ayudar. La reproducción asistida no es una promesa vacía, sino una posibilidad real que puede convertirse en una historia feliz. Muchas veces el primer paso, que es pedir ayuda, es el más difícil. Pero vale la pena.
La información puede ser una herramienta positiva, claro. Pero también puede confundir o generar expectativas poco realistas. Es importante recordar que cada cuerpo y cada historia es diferente. En medicina reproductiva no hay recetas universales.
-Es un momento muy delicado. Mi prioridad es que la persona o la pareja se sienta escuchada y comprendida. No es solo una cuestión técnica: cuando alguien viene a consulta por fertilidad, no trae solo pruebas médicas, trae años de deseo, incertidumbre y muchas veces decepciones. Generar confianza es fundamental para que el proceso tenga sentido. En Clínica Emby trabajamos con un enfoque muy humano, cercano, porque cada historia merece respeto y acompañamiento real.
– Hay muchos, pero destacaría la posibilidad de personalizar cada tratamiento gracias a la mejora en los estudios genéticos y en las técnicas de laboratorio. También la preservación de la fertilidad, tanto por motivos médicos como sociales, ha supuesto un gran paso. Todo esto nos permite aumentar las tasas de éxito y, sobre todo, ofrecer soluciones reales a quienes antes tenían pocas opciones.
– Que cuidar la salud reproductiva es parte de cuidarnos integralmente. Y que el deseo de ser madre o padre merece ser acompañado con respeto, profesionalidad y empatía. No vivamos la fertilidad en silencio ni con culpa. Hay ciencia, hay equipo humano y hay esperanza. Porque todos los futuros esperanzadores comienzan con un primer paso bien acompañado.