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Pina ayer bromeando con un secador en la peluquería gijonesa Monique
Juanma Pina, un gijonés de la pelu al estrellato

Juanma Pina, un gijonés de la pelu al estrellato

El dramaturgo y director gijonés llega mañana al Jovellanos con ’Lavar, marcar y enterrar’, una función que nació en una peluquería real de Malasaña y acabó instalándose en un teatro con 600 localidades de la Gran Vía madrileña

M. F. Antuña

Miércoles, 8 de julio 2015, 02:19

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Enero de 2014. Un tipo de Gijón de nombre JuanMa Pina (1969), profesor de inglés y teatro en un instituto de Madrid, se hace fuerte en una peluquería de Malasaña. No la secuestra, pero casi. La ocupa en sentido literal en horario de cierre y la llena de público y actores. Lo dicho no es un argumento de cine ni una dramaturgia teatral. Es la historia real de Lavar, marcar y enterrar, la representación que mañana se sube a las tablas del Teatro Jovellanos (20.30 horas, 15 euros) con el ánimo de hacer reír y también de hacer un poquito de historia.

Vamos por partes. JuanMa realiza una tesis doctoral sobre el teatro visual contemporáneo y uno de sus proyectos pasa por investigar las posibilidades dramáticas de diferentes espacios. Lo que empezó siendo pura teoría pasó a la práctica. «Mis expectativas eran de investigación puramente dicha, pero de pronto me apetecía jugar y ver qué ocurría con mis textos en ensayos abiertos», relata. Se buscó una peluquería real en Malasaña, y los viernes, sábados y domingos «cuando cerraba» comenzó a congregar a una treintena de personas sin intención de teñir. Y de ahí, de la peluquería, casi sin darse cuenta, el proyecto se hizo mayor, pasó al Teatro Príncipe Gran Vía, a las tablas, a un patio de butacas con capacidad para 600 personas. «Queríamos llegar a lo que una peluquería real aportaba, y de pronto ese juego lo vio el dueño del Príncipe Gran Vía y nos dijo os quiero en mi teatro, quiero que seáis la comedia del verano». Eso ocurrió ya el pasado año; este, con medio centenar de funciones a sus espaldas y con su huequecito ganado en el el Off del Teatro Lara, hasta han comenzado a girar. De momento tienen bolos en Gijón y en Almería. «Nunca pensé que se pudiera convertir en algo comercial para llegar a los grandes teatros y que Miriam Díaz-Aroca se uniera al proyecto». Así fue. La conocida actriz y presentadora se alió a la banda de la peluquería y mañana estará en el Jovellanos.

El circuito off está dando muchas sorpresas en los últimos tiempos. Las producciones poco convencionales como esta, en la que la dramaturgia parte de JuanMa Pina, que también dirige la obra, pero va evolucionando y encontrando su lugar en escena con el trabajo de todo el elenco, se están haciendo fuertes en Madrid. Lavar, marcar y enterrar es un ejemplo.

Al margen del cómo se hizo, está el qué cuenta esta historia loca, repleta de cambios de vestuario y con mucho rollo ochentero e incluso almodovariano. «Es una comedia en la que, con vaselina, contamos la historia del personaje principal, que es la dueña de la peluquería, que se llama Gabriela, y con ella vamos contando el devenir de Chueca y Masalaña de los ochenta hasta ahora, cómo ha sido la evolución de culturas relacionada con esos dos barrios».

Sucede en una noche esta historia de 70 minutos de duración que narra el secuestro de la peluquera, en el transcurso del cual Gabi va desgranando sus vivencias a modo de flashback. «Es muy cinematográfica», apunta Pina, que explica cómo se recurre continuamente a dramatizar diferentes momentos de la vida de la peluquera.

Miriam Díaz-Aroca, Danai Querol, Alex Larumbe y Mario Alberto Díez componen el reparto de la obra, que se podrá ver a lo largo del verano en el Teatro Lara. «Va a continuar en otoño seguro, queremos rodarla y hacer bastantes bolos», vaticina su feliz autor, nervioso porque mañana juega en casa. Nunca antes un montaje suyo había llegado al teatro de Gijón, la ciudad que abandonó hace ya 25 años para instalarse en Madrid. La responsabilidad pesa, pero no más de la cuenta: «Estoy muy feliz de la oportunidad que nos da el Jovellanos y además está funcionando muy bien la venta de entradas».

Mientras Lavar, marcar y enterrar y sus dos frustrados aspirantes a policía nacional, su peluquera y su neurótico empleado siguen haciendo reír, JuanMa Pina continuará con su tesis doctoral. «Espero acabarla para el próximo año», revela quien fuera ganador del primer concurso de textos teatrales del Circo Price. Será un año sabático para dedicarle al teatro en exclusiva. Para continuar investigandoy creando. «Tengo varios proyectos también relacionados con la investigación, estoy buscando otro espacio así, como el de la peluquería, para hacer otra cosa similar, algo donde el espacio real cree una obra».

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