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De la figuración poética  al tabú pintado en verso

De la figuración poética al tabú pintado en verso

Nuria Formentí revisa los últimos seis años de trayectoria en una exposición de telas y papeles que abre el viernes en Gijón

PACHÉ MERAYO

Martes, 3 de febrero 2015, 00:19

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Han pasado ya varios años desde que Nuria Formentí (Gijón, 1971) entonara el verbo de García Márquez en colores del Caribe sobre lienzo. Desde que colgara en la famosa Cueva de la Barranquilla, que cobijó las tardes del mismísimo Gabo, aquella versión al óleo de su 'Crónica de una muerte anunciada'. Y el tiempo que la separa de ella ha caminado, crecido y «pasado muchas nuevas fronteras». Así define las etapas que ha ido cubriendo y a las que ahora pone una nueva mirada, en una exposición que revisitará, a partir del próximo viernes, su trayectoria desde aquel 2009 a este 2015.

Desde la figuración poética de aquellos cuadros caribeños, al tabú de los que vinieron luego, convertidos «en terapia propia», y a la vez en nueva emoción lírica, pasando por su «tratado sobre el mundo femenino y el significado del sexo». Todo el mundo construido por esta creadora estará en la nueva cita, fijada sobre las paredes de la galería Viki Blanco-El arte de lo imposible.

En total se podrán contemplar en la joven sala de la calle de Jacobo Olañeta, una veintena de pinturas, entre las que estarán las dedicadas al Nobel colombiano, así como una colección de 16 papeles, en los que Formentí ha encontrado un nuevo soporte «más sincero, más desnudo», que le abre «todo un mundo nuevo de posibilidades». Un nuevo soporte que encara con acuarela, grafito, tintas y también con acrílicos.

Es sobre esos papeles sobre los que vierte una serie de vaginas, aquella que estuvo en el Museo de Histórico de Cartagena de Indias y que supuso un encuentro con su propio yo y otras más cercanas al mundo vegetal que al animal. El órgano femenino sigue siendo un eje temático esencial, aunque en las últimas obras recibe una sacudida del paisaje no humano y, según su autora, «se adentra de nuevo en la poesía».

«Las creaciones han nacido sin preocupación, sin casi esfuerzo. Han fluido solas, como los textos que, en algunos casos las acompaña». Prueba de esa fluidez es que para saber qué dicen sus palabras Nuria tiene que volver a la obra, porque no recuerda su propio verbo.

Entre la selección de estos casi seis años de pintura y dibujo se hace también una parada ante la galería de retratos que ha ido creciendo notablemente en su estudio. Para la causa propone solo tres piezas. Un retrato de Aung San Suu kyi, la activista birmana Premio Nobel de la Paz, a la que representa con la boca tapada; otro de la modelo y también activista somalí Imán, Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional, y un tercer retrato de cine, que pone la memoria directamente sobre 'Volver', de Almodóvar, y su protagonista, Penélope Cruz, aunque la pintora prefiere no reconocerla.

El conjunto, con el que pretende «mostrar todas mis facetas», estará cara al público en la sala gijonesa hasta el 15 de marzo.

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