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'Gris y mojado en La Roda' (2010). Mixta sobre papel y tabla, 33 x 23 centímetros.
Cornión cumple años con la niebla de Galano

Cornión cumple años con la niebla de Galano

La librería-galería gijonesa celebra mañana su 35 aniversario con una individual del artista de Tapia

ÁNGEL ANTONIO RODRÍGUEZ

Martes, 10 de mayo 2016, 00:34

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El 11 de mayo de 1981 se abría en Gijón la librería-galería Cornión, que en sus treinta y cinco años de vida se ha convertido en un singular espacio del circuito del arte contemporáneo español. Este emblemático rincón de la calle La Merced ha albergado centenares de exposiciones y proyectos editoriales concebidos siempre con la calidad como bandera. Su fundador y director, Amador Fernández, ha querido que la fecha coincida con la primera exposición individual de Miguel Galano en la galería gijonesa donde mañana, a las 20 horas, se presentan sus pinturas recientes. La muestra coincidirá este mes con la publicación de su biografía completa, que ha realizado la editorial Hércules Astur con los textos del crítico de arte Juan Manuel Bonet.

Desde aquella primavera repleta de ilusiones y nacimientos Cornión ha contado en sus filas habituales con medio centenar de artistas de prestigio, alternando diversas generaciones nacidas entre los años treinta y setenta y siendo la primera sala que representó a Asturias en Arco, donde participó catorce años seguidos. En Madrid y otras ferias nacionales la sala proyectó los trabajos de Pelayo Ortega, Melquíades Álvarez, Rubio Camín, Antonio Suárez, Luis Fega, Javier del Río, José Arias, Ramón Prendes y Pablo Maojo, entre otras firmas imprescindibles. Libros, ediciones de artista y aventuras colectivas que hoy forman parte de una historia escrita desde la profesionalidad bien entendida.

Al resto de la nómina actual de Cornión (Amancio, Javier Victorero, Josefina Junco, Tadanori Yamaguchi, Miguel Mingotes, Fernando Peláez, Esteban Prendes, Andrés Rábago, Díaz Roiz, Edgar Plans, Aurelio Suárez, José Manuel Nuñez, Rafa Rollón, Carlos Acuña, Legazpi ...) se une ahora la figura imprescindible de Galano (Tapia de Casariego, 1956), cuya trayectoria también cuenta desde hace tres décadas con el aplauso unánime de crítica y público.

Coherencia plástica

Humildad, coherencia y poética inundan la trayectoria plástica de Galano, entre nieblas, escenografías desnudas, arquitecturas solitarias, horas grises y tiempos imposibles. Con sus pinturas íntimas y henchidas de belleza Galano hace y deshace dibujos y pigmentos generando un delicado tejido pictórico que juega con huellas intransferibles, capaces de escuchar el silencio y proyectarlo hacia el lienzo, la tabla o el papel. Son pinturas de un autor puro que sabe lanzarse a las superficies con insistencias casi táctiles, deteniéndose en los ínfimos rincones del cuadro para extraer gestos, luces, maneras, formas y tonos apenas perceptibles.

Primero fueron Oviedo y el occidente astur, ejes autobiográficos que Galano supo traducir a los pigmentos; después los rincones y calles de ciudades como Bolonia, Basilea, Lisboa, Zurich, Copenhague, Praga, Budapest o Cracovia. Ahora, Galano recupera algunos de sus viajes europeos e incorpora sus recientes miradas al occidente asturiano y las calles gijonesas, rindiendo nuevos tributos a esa particular 'familia' de referencias (Corot, Luis Fernández, Lucien Freud, Ramón Gaya, Hopper, Morandi, Zoran Music, Schikaneder Rothko o Cristino de Vera son sus faros, como ha señalado Bonet en varios textos sobre el pintor asturiano) para hablar, sobre todo, de la pintura como eco para se habitado. Un paraje cercano, cuyos pretextos temáticos no importan demasiado porque lo importante es la propia pintura. Los cuadros de Galano poseen, como indica Avelino Fierro en el catálogo de esta exposición, una transcripción fiel y musical de esas impresiones de la naturaleza. Son nostalgias, temporalidades y experiencias cruzadas entre fricciones, diálogos, roces y encuentros que generan nuevos itinerarios de lo visible o lo invisible. Pausas esenciales en mitad de ese tejido silencioso donde se depositan el presente y el pasado, auténticas tramas de significados imprevistos.

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