«Asturias sigue siendo tierra de pintores»
La Muestra de Artes Plásticas abrió sus puertas en el Antiguo Instituto, con obra de siete creadores que llevan la pintura al límite
«Hay quien dice que la pintura es cosa del pasado y, sin embargo, aquí tenemos una exposición completa de pintura», presumía ayer Luis Feás ... Costilla, el comisario de la Muestra de Artes Plásticas del Principado, durante su inauguración en el Antiguo Instituto. Él estaba convencido de que «Asturias sigue siendo tierra de pintores», aunque ahora haya cambiado la manera de agarrar los pinceles. «Se aborda desde un punto de vista actual», aseguraba, convencido de que este certamen -que ya va por su edición número 33- «sirve a los comisarios para descubrir cosas nuevas».
Gracias a propuestas como esta, se dan a conocer creadores como el ovetense Iyán Castaño, el Premio Asturias Joven de Artes Plásticas, que representa en sus piezas la danza de las olas sobre la arena, capturando incluso «los agujeros que hacen los peces en las playas». Sus ondas se trasladan al papel, a la tela y también a la escultura porque, si por algo se caracterizan estos siete jóvenes, es por explorar los límites pictóricos.
Así lo hace también la avilesina Lucía García, quien aprovechó la apertura para explicar sus intenciones de «anexionar la pintura y la danza». Un reto complicado que la obliga a utilizar «diferentes materiales» y a convertir «los escombros en joyas». Según ella misma decía, su obra está «en cambio constante» como la de su colega ovetense Paula Blanco. Ella ya había estado anteriormente en la MAPPA, pero en esta ocasión se abre paso con conceptos «más orgánicos y más viscerales», señalaba. «Estas obras son muy ligeras, me interesaba recalcar la ligereza y la textura».
Sin duda, sus piezas llaman la atención de quienes las contemplan, al igual que las de Irene Cuesta que lleva «la pintura a lo textil y al vidrio», según explicaba Feás al apuntar que «no por ser vidrio, deja de ser pintura». Muy cerca de ella en la sala, se abren paso los retratos de Pablo Iglesias, que se van deconstruyendo, mientras las obras de Pablo López se construyen hasta en la boca. Este creador avilesino utiliza tinta comestible para pintar con la lengua cielos y palabras.
Diego Machargo completa la nómina de artistas de la exposición, con figuras y formas que, según va pasando el tiempo, van desapareciendo de la obra, ocultas tras unas cuantas capas de pintura. Sus piezas juegan a esconder paisajes, que forman parte de la «marea de pintura» de la que ayer se empapó Aitor Martínez Valdajos, el director de la Fundación Municipal de Cultura.
Con él, estuvo el director general de Juventud, Francisco de Asís Fernández, quien aseguró que los creadores de la MAPPA son la demostración de que «hay gente joven que debemos promocionar mucho más».
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