«La colección Masaveu no es una lista de artistas. Tiene pasión, gusto y criterio»
«Todas las colecciones son un autorretrato y esta lo es mucho», afirma quien ha elegido el centenar de obras que se exhibirán en Madrid hasta el mes de julio
Habla con tanto entusiasmo del arte elegido para mostrarse en 'Colección Masaveu. Arte español del siglo XX. De Picasso a Barceló' que es imposible no ... contagiarse, sobre todo después de ver con cuánta naturalidad y brío hallan su lugar obras de Tàpies, Gris, Picasso o Luis Fernández en las diferentes salas de la sede de Madrid de la Fundación María Cristina Masaveu Peterson. El martes abrió sus puertas para quedarse hasta julio.
–¿Cómo es eso de meterse en una colección como la Masaveu y ponerse a elegir?
–Un lujazo absoluto, un ejercicio de disfrute. Había que mostrar piezas que estuvieran muy bien escogidas, pero partía de algo en el que todo era maravilloso. Ha sido un trabajo muy bonito de hacer.
–¿Cómo es la colección Masaveu?
–Es muy prestigiosa, muy importante, pero lo relevante es que esta exposición presenta al público la colección del siglo XX, que era la parte menos conocida. Casi siempre se ha presentado más el siglo XIX, Sorolla, los bodegones, pero esto es un descubrimiento para mucha gente y la calidad es excepcional.
–Es un tercio de la colección.
–Son cien. No porque nos propusiéramos hacer un centenar de piezas, sino porque seleccioné las que me parecía que tenían que estar y salió esa cifra redonda. Para mí, que he trabajado mucho sobre el coleccionismo y la historia de las colecciones en España, es un maravilla. Tienes que tener en la cabeza la historia del arte y al mismo tiempo dejarte llevar por las piezas, porque cada una de ellas tiene su propia personalidad y su propia historia y por eso algunas las hemos cambiado de sitio.
–No han hecho un relato cronológico.
–No necesariamente, y piezas que suelen verse en el contexto del informalismo las hemos colocado en otro lugar, nos hemos concedido alguna licencia que yo creo que funciona.
–¿Por qué esta narativa tan singular en la que la cronología deja de tener importancia?
–La cronología está, de hecho el relato está más cercano a la realidad del que presentan los libros de historia del arte. Por ejemplo, presentar a las vanguardias antes que otros movimientos que ocurren al tiempo, pero que tradicionalmente se contaban en el otro sentido: primero el simbolismo y después las vanguardias, pero en el año 1909-10 están ocurriendo las dos cosas al mismo tiempo. Y no hay que olvidar que Picasso es contemporáneo de Sorolla. Lo que he hecho ha sido acercarme al tejido de la realidad y olvidarme de los compartimentos estancos de la historia del arte para ponerme más en la complejidad de la vida.
–¿Por qué esta colección tiene piezas tan singulares? ¿Cuál es el quid de la cuestión de una buena colección?
–Hay que tener muy buen criterio a la hora de comprar y no dejarse llevar por eso que hacen otros muchos coleccionistas nacionales e internacionales que es una lista de nombres. Aquí se ha comprado pieza por pieza. No se trata de tener un Picasso, sino de tener ese Picasso; no tener un Juan Gris, sino de tener ese Juan Gris. Por eso luego el conjunto es tan potente. No se trata de hacer algo que sea simplemente para enseñar una lista de artistas, hay mucha pasión, mucho gusto por coleccionar, mucho criterio y mucha independencia a la hora de buscar piezas concretas de artistas que gustaban. Todas las colecciones son un autorretrato y esta lo es mucho.
–¿En qué lugar coloca usted la colección Masaveu y María Cristina Masaveu Peterson?
–Como se ve en esta exposición y en anteriores, es una de la más importantes de arte español que existen ahora mismo en activo, porque se sigue coleccionando y exponiendo. La diferencia respecto a otras es que tiene vocación de institucionalizarse, de publicar, de abrirse a que la gente la disfrute.
–Hay una sala de autores asturianos con Navascués y Orlando Pelayo.
–Y habrá más. Hay artistas asturianos que están insertados en la exposición, como por ejemplo Luis Fernández, que está con sus compañeros de la Escuela de París, y luego hay otros, como Vaquero Palacios, Manolo Calvo, Feito con una pieza clave en la sala del informalismo, Rubio Camín.
–¿Quiénes más van a mostrarse?
–Todavía tenemos que darle vuelta, como va a estar hasta julio en esa sala donde ahora están Navascués y Orlando Pelayo vamos a ver qué otros artistas pueden venir. En el contexto también de la sala de dibujos vendrán también algunos otros asturianos de la segunda mitad del siglo XX. Prefiero no dar nombres hasta tenerlo seguro.
–¿Qué sensación le ha provocado ver las primeras miradas sobre la exposición?
–He visto interés y eso es muy importante.
–¿Queda mucho por ver de la colección Masaveu?
–Sí, queda mucho, ahora sale el catálogo de corporación Masaveu del siglo XX, en el que hay muchas piezas que no están en la exposición. Hay también arte internacional: Andy Warhol, Braque, Le Corbusier... Artistas bastante interesantes. Yo me imagino que en el futuro también se hará alguna exposición con arte internacional. En esta, en un momento dado, lo consideramos, pero pensamos que merecía la pena centrarnos en el español, porque es algo que hay que mirar en profundidad y que después llegarán otras exposiciones, porque además son colecciones abiertas y hay que dejar paso a futuras exposiciones.
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