Laboral Centro de Arte despliega la poética de la naturaleza y la física
'Arcoíris imposible' ofrece una experiencia que permite interactuar, tocar y jugar con los haces de luz que componen la singular instalación
Una sala de 700 metros cuadrados con un techo de nueve metros de altura lo acoge. El espacio es singular y único y lo que ... el artista Lukas Truniger y el científico Bruce Yoder, ambos suizos, han obrado en él durante su residencia artística es un milagro de la naturaleza hecho artificio, han recreado el arcoíris sirviéndose de cuatro máquinas y unos espejos móviles, empleando la niebla, completándolo con una suerte de banda sonora orgánica. Es una experiencia lo que 'Arcoíris imposible. Un ejercicio de paisajismo celeste' ofrece en Laboral Centro de Arte. No se trata de mirar desde un punto, sino de girar alrededor de la obra y dejarse embelesar por ella.
Es esta fruto del programa European Media Art Platform (EMAP), que seleccionó al artista visual y al físico para crear esta pieza que se expondrá posteriormente en Suiza. Ellos ya habían trabajado juntos recreando nubes y otros fenómenos atmosféricos antes de crear estos arcoíris que no emulan el proceso natural, sino que inventan otra manera, lo que permite un flujo de colores que no se corresponde con exactitud con los naturales.
Buscan y encuentran la belleza con esta instalación que permite al público «interactuar con el arcoíris de una manera diferente». Si el natural exige una posición concreta, si «nadie ve el mismo arcoíris» porque el lugar desde el que se mira lo cambia todo, aquí es posible en cierta manera habitarlo, jugar con esas luces. Aquí es factible tocarlo y de ahí la magia. Decían los artistas que seguramente los niños sabrán habitar mejor que nadie esta pieza inmersiva que ayer fue presentada y esta tarde se inaugura oficialmente con un diálogo entre los dos artistas y con una sesión de dj.
«Hemos tomado la inspiración de la naturaleza y toda la poética de la física para plantear una mirada diferente sobre los arcoíris», apuntaba Bruce Yoder, que junto a Lukas Truniger ha trabajado duro para tratar de hacer «comprender la realidad» desde la irrealidad de su obra.
Pablo de Soto, director de Laboral Centro de Arte, se felicitó de poder tener en Gijón una propuesta tan especial y de que sea el de Cabueñes el único centro español que participa en el EMAP.
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