El Museo de La Habana dedicará una retrospectiva a García de Marina

Toda una proeza la suya con una muestra que está previsto que abra sus puertas en febrero o marzo del próximo año y que permitirá descubrir piezas muy diferentes. «Se incluirán mis trabajos más conocidos, pero también algunos nuevos», resume el gijonés, empapando de emoción sus palabras. No es para menos: «Me hace especial ilusión esta exposición, tanto por la relevancia que tiene el museo como por las raíces que tiene el edificio donde está ubicado, ya que anteriormente fue el Centro Asturiano de La Habana».

Un lugar cargado de historia que será testigo de la poesía visual que este fotógrafo lleva una década enseñando por distintos rincones del mundo. Todo empezó un día que vio las huellas de su hija Laura al salir de la bañera. Aquella imagen cotidiana le hizo cambiar la forma de mirar la vida y empezó a sacar a la luz obras nunca imaginadas. A través de objetos anodinos, García de Marina hace metáforas y consigue que el humo de un cigarro se convierta en un muelle y que una flor nazca de un instrumento musical, dando lugar a diversas interpretaciones. En sus piezas, nada es lo que parece.

Cada espectador saca un significado de estas composiciones que, entre el 20 de abril y el 2 de julio, estuvieron colgadas de las paredes del Antiguo Instituto y entusiasmaron al público asturiano. Más de lo mismo ocurrirá cuando algunas de ellas –y otras inéditas– aterricen en el museo de La Habana que incluye en su colección obras de artistas como Van Dyck, Edgar Degas, Zurbarán y Joaquín Sorolla, como parte de una enorme lista de autores conocidísimos.

Codearse con ellos es un paso más para García de Marina, quien tiene un documental sobre su propia vida, filmado por José Mata, y que fue presentado de la mano del Aula de Cultura de EL COMERCIO.

A todos esos logros, hay que sumar otro que tendrá lugar próximamente. En diciembre va a presentar la exposición 'Crónicas de un viaje' en la Embajada de España en Bruselas. Un lugar más en el que este gijonés mostrará la delicadeza con la que convierte los objetos cotidianos en versos que se entienden de un solo vistazo.