«Mi obra está en constante evolución, como las mareas»

Desde su taller en Faes, el artista explica que «desde pequeño he tenido una relación muy cercana con el mar y poco a poco, a medida que educaba la mirada me sentía atraído por todos los cambios que se producen en los sitios donde tienes la rutina de ir. Para verlos debes tener ese recorrido, que en mi caso es la ría de Niembro, en Llanes. A la vez desde que estudiaba grabado sentí un interés especial por trabajar con relieves. Fue a partir de ahí cuando surgió la idea de captar algo que yo no hiciese, jugar a la par de la naturaleza. No sobre ella, sino con ella, que es la que produce esas formas y yo voy allí a registrarlas antes de que se pierdan. Ese es el sentido de lo que hago: es en lo efímero de donde saco la obra. Dejo constancia de ello, por eso tiene una parte documental también». Y es que, como apunta Castaño, sobre ese lienzo de arena «cuando la marea sube y vuelve a bajar hay formas completamente diferentes, nunca se repite la misma. Son ondas que te llevan directamente a la naturaleza. Por mucho que alguien busque reproducir esas formas de su propia mano no va a poder, tienen esa frescura de la naturaleza que solo se da en ella». En el mismo sentido, las obras que obtiene sobre estas formas son únicas ya que cada pieza está elaborada en unas condiciones meteorológicas y marítimas distintas.

La técnica que utiliza en sus obras invierte el habitual procedimiento del grabado con pintura, de manera que en lugar de verterla sobre la matriz lo hace sobre una tela en la que queda impreso el relieve. En su trabajo de campo, asegura ir equipado de «bastante material, doy una batida por la playa y en función de lo que me ofrezca intervengo con unas cosas o con otras. Es algo en constante evolución y al igual que las mareas se renuevan, cada día vuelvo con algo diferente». En cuanto al Premio Asturias Joven, desvela que además del estímulo y la visibilización de su trabajo, le ha servido para abrirse a mostrarlo a los demás «algo a lo que era reacio. Aún así suelo tenerlas un tiempo en mi casa, pasando una especie de filtro o conexión con ellas, porque mi obra es bastante íntima», asegura el creador para quien «el arte te da otra perspectiva de las cosas y en mi caso respuestas a un cerebro inquieto».