El Principado decide blindar la Colección Cajastur con su declaración como Bien de Interés Cultural
El Pleno del Consejo de Patrimonio pondrá mañana en marcha el expediente para poder reclamar a Unicaja y la Fundación el inventario de las 5.000 obras de arte
El Gobierno del Principado de Asturias ha decidido dar un paso adelante para tratar de blindar la Colección Cajastur. El Pleno del Consejo de ... Patrimonio, que se reunirá mañana, lleva entre sus puntos de discusión la «propuesta de incoacción de procedimiento para declarar Bien de Interés Cultural (BIC) la colección de la antigua Caja de Ahorros de Asturias. Una medida que se toma pocos días después de que el diario EL COMERCIO publicase dos informaciones sobre la situación de la colección, que en la actualidad forma parte, en su mayor medida, de los activos de Unicaja Banco, tras la fusión de Liberbank por parte de esta entidad financiera. Según explicaron la semana pasada desde la Fundación Bancaria Caja de Ahorros de Asturias, entidad independiente que es a su vez accionista de Unicaja, y confirmaron después fuentes del propio banco, de las más de 5.000 obras de arte reunidas por la que originalmente era la Caja de Ahorros de Asturias entre los años 50 del siglo pasado y 2016, la Fundación, con sede en la región, conserva unas 400, las adquiridas a partir de 1999, mientras que el resto, según esas mismas fuentes, forman parte de los bienes de Unicaja.
El Gobierno del Principado ya había mostrado su interés en declarar Bien de Interés Cultural la Colección Cajastur, siendo consejero de Cultura Genaro Alonso, después de concretarse en 2011 la fusión entre las cajas de ahorros de Asturias, Extremadura y Cantabria que daría lugar a Liberbank. Para ello -explicó- se pidió en 2017 a la Fundación Caja de Ahorros de Asturias el inventario y la localización de las obras de arte. Una petición que, seis años después, y tras los avatares de propiedad, sigue sin ser satisfecha. Ya desde la creación de Liberbank, la terminología usada por el banco era la de Colección Liberbank-Cajastur, de lo que se desprende que, en algún momento, las obras de arte reunidas por la Caja de Ahorros de Asturias, con buena parte de financiación pública, podrían haber pasado ya a ser propiedad del banco, a pesar del marcado carácter público de la antigua Caja de Ahorros, propietaria original de estas obras de arte.
LAS INFORMACIONES PREVIAS A LA DECISIÓN DEL GOBIERNO DEL PRINCIPADO
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«De las más de 5000 obras de arte de la colección, solo 400 pertenecen a la Fundación Cajastur. El resto son activos de Unicaja Banco». El viernes pasado, en el suplemento 'Culturas', este periódico desvelaba un dato hasta ahora desconocido. De las 5.000 obras de arte de la colección reunida por la extinta Caja de Ahorros de Asturias, solo 400 son propiedad de la actual Fundación Bancaria Caja de Ahorros de Asturias, con sede en el Principado. El resto, las de los principales autores asturianos del siglo XX, reunidas hasta 1999, son propiedad de Unicaja.
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«Unicaja asegura que todas las obras de arte de la Colección Cajastur continúan en Asturias» El sábado 17, fuentes de Unicaja Banco aseguraban a EL COMERCIO que todas las obras de su propiedad seguían en Asturias. El Gobierno regional anunciaba también en estas páginas que abordaría el asunto en el Consejo de Patrimonio, después de que en esa misma información se recordase que ni la Fundación Cajastur ni Unicaja habían facilitado al Principado el inventario de las obras de arte y su localización después de varios años de espera.
En febrero de 2021, este periódico informaba de que Liberbank y la Fundación Cajastur habían rechazado entregar a la Consejería de Cultura, Política y Llingüística, encabezada ya por Berta Piñán, un inventario actualizado de los bienes, alegando que la petición no viene respaldada por el inicio de un procedimiento formal para declararlas Bien de Interés Cultural (BIC) o incluirlas en el catálogo de Patrimonio Cultural de Asturias. Poco después, en marzo de ese año, la Junta General rechazaba con los votos de PSOE, Ciudadanos y Vox una moción propuesta por Podemos para iniciar el expediente de declaración de BIC. La explicación del Gobierno socialista fue que, sin catálogo para argumentar qué se pretendía proteger, no se podía iniciar el expediente. En cualquier caso, Piñán dijo que buscarían «alguna grieta legal» para tratar de escapar de ese círculo vicioso. Ahora, la decisión tomada ha sido la de iniciar el expediente para poder, así, reclamar a Unicaja y la Fundación Cajastur el inventario. Y es que son muchas las voces que reclaman que la colección se quede en la región, ante el riesgo de que el banco pueda disponer de ella, desmembrarla o vender parte de la misma. La colección, según sus propietarios, sigue en Asturias. «Unicaja no ha trasladado ninguna obra fuera de Asturias ni tiene intención de hacerlo», explicaban a EL COMERCIO fuentes de la entidad financiera. «Están todas en Asturias, inventariadas, se conservan en instalaciones del banco y están en perfecto estado de conservación», insistían.
La declaración de la colección como Bien de Interés Cultural, de salir adelante, les obligaría a protegerla y conservarla, además de mantener su unidad -aunque ya ha quedado dividida en dos partes- y faculta a la Dirección General de Patrimonio para informar favorablemente sobre «cualquier actuación que se lleve a cabo» en el bien protegido antes de que esta se produzca.
Unicaja debería en ese caso comunicar a Cultura cualquier decisión que se tome sobre las obras acumuladas por la Caja desde los años 50 del siglo XX, integradas después en la que bautizaron como Colección Cajastur-Liberbank y que ahora aseguran son de su propiedad. Se trata de las de los principales artistas asturianos, desde Piñole y Evaristo Valle a Úrculo, Orlando Pelayo, Darío de Regoyos, Telesforo Cuevas, Paulino Vicente, Francisco Casariego, Bernardo Sanjurjo, Álvaro Delgado, Navascués y Santamarina, entre muchos otros. Una colección compuesta de pintura, dibujo, escultura, fotografía y documentación que es, de hecho, la de la historia del arte asturiano de la segunda mitad del siglo pasado. La Fundación Cajastur debería hacer lo propio cuando tome decisiones que afecten a las 400 obras que tiene en propiedad. Según ambas instituciones, las obras se conservan en los almacenes del Palacio de Revillagigedo y la sede central del banco en Oviedo, así como otras oficinas e instalaciones del banco en el Principado.
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