Asturias pierde a su gran cronista del folk
El crítico Aurelio Argel falleció en el HUCA a los 55 años al no poder superar un problema cardiaco
P. A. MARÍN ESTRADA
GIJÓN.
Domingo, 20 de mayo 2018, 00:57
Aurelio Argel, el gran cronista de la música asturiana y uno de los críticos más solventes del panorama folk, el hombre de corazón enorme que presentaba desde 1993 en Radio Asturias el programa 'Música para raptar princesas', fallecía al mediodía de ayer a los 55 años en el HUCA, donde permanecía ingresado desde el domingo al sufrir una rotura de aorta.
La noticia cayó como un mazazo entre los numerosos amigos y compañeros que cosechó a lo largo de su intensa trayectoria como periodista cultural. Pronto las redes sociales se inundaron de mensajes de conmoción y homenaje a quien todos recuerdan como un apasionado difusor de los sonidos tradicionales, defensor de Asturias y lo asturiano -recientemente se le pudo ver en la manifestación por la oficialidad- y, sobre todo, por su calidad humana, tan grande como su envergadura física.
«Una excelentísima persona con quien compartía trinchera en defensa de la cultura asturiana a la que voi char muncho en falta». Así lo definía el cantante Chus Pedro Suárez, aún impactado por la noticia. E igual de afectada se mostraba Anabel Santiago: «Aurelio era el gran comunicador, amante de la música folk y amigo de sus amigos, que nos dejó huella eterna. El vacío es irrellenable», expresaba a este periódico.
Particularmente emocionado lo evocaba Xosé Antón 'Ambás', que lo definía como «un bon compañeru de viaxe. Amigu en tola andadura mía, siempre escuchando atentu y faciendo crítiques fundamentaes». Para el músico y recopilador, su desaparición «ye un dolor, una traxedia pa Asturies y pa la nuestra música». Un sentimiento compartido desde ayer por decenas de personas. El funeral por José Aurelio García González, que deja también desolada a su hija Gaëlle, se celebrará a las seis de esta tarde en la iglesia parroquial de San Pedro de Ferreros (Ribera de Arriba) y, a continuación, sus restos mortales serán incinerados en el Tanatorio de El Salvador, en Oviedo.
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