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Pelayo Gutiérrez, en Madrid, donde trabaja habitualmente. IÑAKI MARTÍNEZ
«Asturias suena  a mar y a coches sobre el asfalto mojado por la lluvia»

«Asturias suena a mar y a coches sobre el asfalto mojado por la lluvia»

Con tres premios Goya en su vitrina y otras nueve nominaciones, hablará el domingo en Oviedo sobre un sector en imparable augePelayo Gutiérrez Sonidista de cine

MIGUEL ROJO

GIJÓN.

Sábado, 9 de marzo 2019, 00:12

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Pelayo Gutiérrez (Avilés, 1970) se fue a Madrid en el año 1991 y en 1993 ya participó como meritorio en el rodaje de 'Acción Mutante', donde no aparece ni en los títulos de crédito. Pero desde entonces se ha convertido en todo un primer espada del sonido en el cine. El primer director que le contrató fue Álvaro Fernández Armero en su primera película, 'Todo es mentira', como ayudante de sonido. 'Hazlo por mí', de Ángel Fernández Santos, fue su primera peli como director de sonido. En total, ha participado en unas 200 películas, documentales y series de televisión y atesora ya tres Goya y otras nueve nominaciones, entre otros premios.

-¿A qué suena Asturias?

-Suena a muchas cosas, depende de dónde te encuentres. A viento, a pájaros, pero también a industria, aunque cada vez menos. Pero sobre todo me recuerda al ruido que hacen los coches sobre el asfalto cuando llueve (Imita el sonido con la boca). Desde la cama sabes si llueve o no solo por ese ruido. Y también a mar, que es lo que más echo de menos. Viví en Salinas desde los ocho años, siempre sonaba a mi lado y ahora no lo oigo, ahora oigo el tráfico de Madrid.

«Hay tanto trabajo en este campo que hasta es complicado formar buenos equipos»

-Tres Goyas y nueve nominaciones desde 2002. ¿Estamos ante el Gil Parrondo del sonido?

-Hay más personas que tienen más Goyas que yo, aunque quizás no tantas nominaciones. Aún así, más que los premios, lo importante es estar ahí tanto tiempo, poder trabajar en esto. Nunca he tenido un parón significativo y eso es un lujo. Trabajo de lo que me gusta. Luego monté La bocina, un punto de encuentro para profesionales del sonido, que sigue existiendo aunque ya no estoy vinculado a ella, y ahora estoy en Deluxe, un laboratorio cinematográfico de imagen y sonido. No me puedo quejar.

-Lo del Oscar, ¿lo ve posible? ¿Tenemos nivel en España para poder batir a los americanos?

-Nivel hay, el problema es que es muy difícil llegar ahí, sobre todo en la parte técnica. Nuestro cine no es tan espectacular como el que hacen ellos, pero nunca se sabe. En el cine mexicano, por ejemplo, tiene un peso mucho más grande el tema del sonido que en España, están más industrializados. Hay un montador digital que me gusta mucho, Martín Hernández, que es sonidista de Iñárritu. Estuvo nominado por 'Birdman'. Un monstruo.

-¿Qué diferencia hay entre el montaje de sonido y la mezcla de sonido?

-El montaje es poner en marcha la idea, la creatividad. Desde tomar el sonido directo durante el rodaje a ver lo que doblas y lo que no, trabajar con el músico para mimetizarlo todo y crear la maqueta de la película. En la mezcla se ecualiza, se lleva más allá para destacar unos sonidos sobre otros, se edita, se ecualiza...

-¿Cuál es la forma de trabajar de un sonidista cuando se empieza una película?

-Leer el guión y presupuestarlo de una manera racional, a poder ser antes de que se empiece a rodar. Después, crear una conexión con el que hace el sonido directo, para hablar en el mismo idioma, y también con el director. Pueden ser nueve o diez semanas de trabajo el montaje y otras tres o cuatro la mezcla. Depende del tipo de película y de la forma de trabajar del director. Yo tengo un gran equipo que trabaja conmigo. Los equipos son importantes, porque las herramientas técnicas, por muchas que tengas, no te dan la calidad de criterio. Si no tienes ideas, no hay manera de sacarles rendimiento.

-¿Se puede vivir de esto en España?

-Hay una industria cada vez más establecida, sobre todo con la entrada de Netflix, HBO, Amazon, Movistar... Ahora dependemos menos de las televisiones y del Ministerio de Cultura y sus subvenciones. Se están haciendo series y películas de calidad. Yo mismo acabo de hacer dos películas para Netflix y tengo otros proyectos en cartera. Antes había demasiadas escuelas y gente formada para tan poco trabajo. Ahora esto está cambiando.

-Así que usted, en la discusión de si Netflix debe ir a los Oscar, estará a favor.

-Ahora es el rey de la exhibición. Tiene 180 millones de abonados en todo el mundo y a veces una película la ve más gente en estas plataformas que en el cine. Mi hijo mayor las ve en el teléfono, la forma de consumo ha cambiado. Yo prefiero ir al cine, pero no podemos negar la evidencia. La parte más ortodoxa apuesta por el cine, pero hay que adaptarse a los nuevos medios. Aún así, yo quiero ver 'Roma' en el cine, me da pena verla en la tele de mi casa, sobre todo por el sonido.

-El domingo hablarán del futuro del sector en Oviedo. Por lo que dice, es positivo.

-Yo lo veo bastante bien, hay hasta demasiado trabajo. Hay problemas para crear equipos porque todo el mundo está trabajando. Eso es bueno, buenísimo... Pero, ¿hasta dónde va a llegar esto? Puede petar en cualquier momento, pero hay tantos canales que alimentar y tantos contenidos que crear que el momento es inmejorable.

-¿Hay que tener alguna habilidad especial para poder dedicarse al sonido? ¿Sucede como en la música, que hay que tener oído?

-Hay que tener oído y pasión. Yo sé cuándo empiezo, pero no cuando acabo. Aquí no puedes ser un funcionario. No estamos locos, pero casi. Estoy de acuerdo con eso de que las películas no se terminan, se abandonan. Hay un momento en el que llegas a soñar con el sonido, no dejas de pensar en ello. Y, en cuanto al oído, muchos de los montadores de sonido somos músicos frustrados o músicos, porque los hay, pero en vez de dedicarse a ello se dedican al sonido. Yo, aparte de cortar limones en bares, cuando era joven me busqué las lentejas haciendo galas, sonorizando salas... Tuve suerte, porque pillé el cambio a las nuevas tecnologías y, aunque me lo curré, estaba en el sitio adecuado en el momento justo.

-Y, sin embargo, quizás no prestamos atención al sonido cuando vemos una película...

-El sonido puede contar mucho. Lo cierto es que si hay un sonido bueno a lo mejor no te das cuenta, pero si es malo puede estropearte la película, te resulta incómodo. En la vida todo se tiene que hacer bien, y esto, también.

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