Aquí no cabe el olvido
María Jesús Rodríguez. La Galería Llamazares inaugura hoy 'Camín de memoria', una exposición que recorre treinta años de trayectoria de la artista
Pocas armas son tan afiladas como la desmemoria. El olvido es una pesadilla en la que nadie quiere quedarse atrapado y, por eso, –mientras podamos– ... debemos regocijarnos en los recuerdos, en el privilegio de poder mirar hacia el pasado. Así lo va a hacer esta primavera la Galería Llamazares, que abre esta tarde la exposición 'Camín de memoria', de María Jesús Rodríguez. Esta muestra, comisariada por Santiago Martínez, recibe a los visitantes con unas piezas de cartón que la creadora firmó cuando la década de los ochenta estaba exhalando su último aliento.
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Estas obras que dan la bienvenida tienen «claras reminiscencias naturales», explica Martínez y, «con un acabado monocromo, remiten a mundos geológicos de carbón o de pizarra». Estos trabajos permiten además ver la esencia de Rodríguez y adentrarse en ella, a través de otras propuestas que siguen caminando junto a la naturalidad «desde un esencialismo cada vez más puro».
En cada obra se aprecia la importancia del entorno para esta artista ovetense, que se inspira en el paisaje, en la belleza de Asturias y en la calidez de la llingua. Hay más de treinta años de producción, con formatos y técnicas diversas, entre los que destaca «la siempre enigmática presencia de sus esculturas en cartón, que siguen siendo hilo conductor de buena parte de su trabajo», indica Martínez. «Estas obras se ven enriquecidas y complementadas por dibujos sobre papel y grabados sobre aluminio, trabajos íntimos, de pequeño formato, en los que se percibe su gran sensibilidad hacia el medio natural».
Una sensibilidad que hace casi veinte años que se aprecia en la Galería Llamazares, porque Rodríguez expone allí desde que la sala gijonesa abrió sus puertas. En la calle Instituto ha ido madurando sus maneras de hacer, que estuvieron expuestas en septiembre en el Palacio de Revillagigedo, en la exposición colectiva en la que se reivindicó la presencia de las asturianas en el arte de la región. Otra vez, hubo que tirar de recuerdos para combatir el olvido.
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Y no fue esa la única reivindicación de María Jesús Rodríguez, ya que en 2022 llevó sus piezas al Museo de Bellas Artes de Asturias. Allí enseñaron al público, bajo el título 'En un abrir y cerrar de ojos' la capacidad de la creadora para ir evolucionando su obra, manteniendo siempre los mismos intereses. Tratándolos cada vez de una manera diferente y convirtiéndolos en esas esculturas que ahora dibujan un mapa de su trayectoria en la Galería Llamazares. Esta exposición es un viaje hacia delante en el tiempo, que comienza en los 80 y acaba en el presente, en lo que un día también serán recuerdos.
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