Carmen Yáñez: «Creo que he vivido muchas vidas en una, con muchas huidas y reconstrucciones»

Del dolor por la pérdida y del exilio, de las cosas más cotidianas, de la ternura y de las huidas mirando hacia atrás siempre–porque nunca se deja de añorar–habló ayer la escritora Carmen Yáñez, durante la presentación de su último poemario 'Senza ritorno', en un emotivo acto del Aula de Cultura de EL COMERCIO, organizado en colaboración con los colectivos Encadenados y Versos Libres. En él, también participó el escritor y colaborador de este periódico Miguel Rojo.

«Es un poemario cargado de verdad y de emoción, porque la poesía de Carmen está llena de esencia, de vida. Hecha para mancharse, que toma partido. Es una poesía humana, absolutamente humana». Con estas palabras presentó Rojo el libro de Yáñez, antes de lanzarse ella a recitar varios versos; algunos de ellos inevitablente cargados de la nostalgia que la ha acompañado a lo largo de su vida, esa vida que la llevó a abandonar exiliada su Chile natal. «A mi edad creo que he vivido muchas vidas en una. Tuve que tener muchos domicilios, deshacer muchas casas, tuve muchas huidas y reconstrucciones en todos los lugares donde estuve», confesaba la poeta.

Eso hace que su existencia sea un continuo resurgir y, pese al reciente fallecimiento de su esposo, el también escritor Luis Sepúlveda, el pasado mes de abril, Carmen sigue mirando hacia adelante. «He tenido un dolor muy grande con la muerte de mi esposo, pero si estoy aquí es porque aún no me toca el momento y debo seguir, porque tengo seres queridos y muchas cosas que hacer todavía», reflexionaba.

Hubo tiempo durante la cita para perderse por la desgarradora verdad de sus letras, como al poco de comenzar, cuando puso su voz al poema 'Éramos tan felices y no lo sabíamos', que le dedicó a Sepúlveda y que se publicó en este periódico al día siguiente de su partida. También miró Carmen a su presente y leyó varios poemas inéditos, como el que se reproduce junto a estas líneas, 'Menú del día (dos duros)': «En este hablo de mi presente, de lo que me está sucediendo», se sinceraba.

Para ella, 'Senza ritorno'recoge «dolor, amor y todas las emociones» y materializarlo era, más que un deseo, una necesidad acuciante. «Este título nace de una necesidad que siempre latió en mí, una necesidad que nace de una persona exiliada», reconocía. Porque hubo un tiempo en el que asumir su realidad no resultaba sencillo. «Durante muchos años, me demoré en aceptar una realidad que era que yo, definitivamente, no podría regresar. Solo podría regresar temporalmente. Con esa motivación, escribí este poemario», desvelaba.

Pero, aunque no vuelva, Chile no se diluye en sus pensamientos, se niega a desaparecer y perdura en sus palabras. «Hay un país que nunca se olvida, un país que se me quedó incrustado en el corazón para siempre», resumía al hablar de su morriña perenne.

Yáñez confesaba, entre estrofas con la voz cargada de sentir, la necesidad que tiene de la poesía para sobrevivir. «Es una forma de expresar todos mis sentimientos, mi dolor, mis iras, mis enojos, es una catarsis», aseguraba. Porque ella no escribe con el corazón, prefiere hacerlo «desde las tripas» y así ha conseguido usar la palabra como escudo y como puñal. «He utilizado siempre la poesía como un arma para defenderme, yo me defiendo de mis silencios. Habitualmente me cuesta defenderme, pero encontré en la palabra esa forma de hacerlo». Y, de esa manera, sus versos susurran y gritan. «Todo lo que yo digo y denuncio a través de la poesía es la vida misma», simplificaba.

La escritora asturchilena aprovechó para sacar el lado positivo hasta de la cuarentena, a la que ha tenido tiempo de dedicarle algunos versos, que también recitó durante el encuentro. «Si algo bueno tiene el confinamiento es que te puedes quedar en casa y escribir», aseguraba.

Decía Miguel Rojo, a modo de resumen, que «Carmen no pierde, no ha perdido gracias a la palabra». Y, pese a que sus versos y su voz están cargados de dolor y de nostalgia, esa marejada de sentimientos se apacigua cuando lee sus composiciones y deja sumidos en el silencio a todos los que la escuchan. Este emotivo acto se puede ver a través de la web de ELCOMERCIO.es.