«El feminismo aporta diversidad»

Jurado del Premio CIMA, Chus Gutiérrez (Granada, 1962) está encantada mirando al mar de Gijón y viendo el cine hecho por mujeres que se proyecta en el FICX. Pero es que además trae a Esbilla la película 'Droga oral', un filme de 2015 que, como dos décadas antes hizo con 'Sexo oral', verbaliza sobre las relaciones que tenemos todo tipo de sustancias adictivas.

-Más de 25 años después de 'Sexo oral', ¿cómo ha cambiado la oralidad del sexo ?

-No me puedo imaginar cómo sería 'Sexo oral' hoy. El sexo ha cambiado totalmente. La pornografía siempre había estado ahí, pero el acceso que hay ahora no tiene nada que ver. Los adolescentes lo primero que hacen es ver porno en internet y eso cambia totalmente la percepción de la sexualidad. Los adolescentes creen que el sexo tiene que ver con la pornografía y la realidad no es así, puede ser una inspiración, una manera de mirar, pero el sexo es encontrarte con un cuerpo, con otro ser humano y ocurren cosas que no tienen nada que ver con la pornografía.

-¿Le tienta hacer segunda parte?

-No, la verdad es que no.

-Pero sí le tentó buscar la oralidad de las drogas.

-La oralidad es una manera de transmisión, la información muchas veces no se transmite con la suficiente claridad o naturalidad. Toda la información sobre las drogas, la experiencia de una o dos generaciones que ha vivido toda esta explosión, proque hasta los años 80 había poca gente que tomaba drogas en España, tenía que transmitirse. La película la hice para la gente joven, me parecía que era una información importante.

-¿Ha cambiado la relación de los jóvenes con las drogas también?

-Sí, es diferente, pero se siguen drogando. La realidad es que las drogas forman parte de nuestra socidad. En este trabajo se habla también de la droga más fuerte que es el alcohol y de otra nueva droga muy extendida en este país como son los ansiolíticos. Todas están ahí, en farmacias, en bares y luego están las ilegales. Estamos en una sociedad que se droga muchísimo.

-¿Alguna conclusión?

-No hay. El ser humano está en constante evolución, las sustancias cambian, la forma de consumir también. Ahora los drogas están concentradas con el ocio, el fin de semana. Yo lo que creo es que hay que tener información, hay que decirle a la gente joven que también son peligrosas, que hay que tener respeto hacia ellas. Lo que aporta 'Droga oral' es gente hablando de su manera de relacionarse con ellas y eso da como una herramienta más para saber qué quieres hacer tú, cómo puedes afrontarlo.

-¿Legalización?

-Para mí todo debería estar legalizado, venderse en un lugar donde supieras la calidad el producto y acabaríamos con el narcotráfico, que es una guerra absurda que solo trae delincuencia, dinero negro, poder oculto. Pero vivimos en una sociedad profundamente hipócrita

-¿Más asuntos por oralizar tiene?

-Todos. Hablar es una forma de ordenar el pensamiento. Lo que creo es que las cosas ocultas, tanto emocionalmente como vitalmente, no aportan nada. Abrir las ventanas y que la información corra es mucho más sano.

-¿Algún tema inspirador?

-La mentira se ha instado en el poder, que solo vive de ocultar la verdad. Me interesa cómo eso afecta a nuestra vida, este ocultamiento en el que nadie dice lo que piensa.

-Es jurado del premio CIMA de mujeres cineastas. ¿Algún día dejará de ser necesario?

-He leído un artículo que decía que hasta 2189 no tendremos igualdad económica entre hombres y mujeres. Desde que en la revolución francesa empiezan a plasmarse los derechos humanos, comienza a desarrollarse toda una estrategia en la que los hombres son beneficiarios de esos derechos y las mujeres quedan relegadas. Desde hace tiempo estamos en esta lucha y es sorprende que sigamos igual. La igualdad importa porque trae consigo la diversidad. Nos han dicho que la mayoría es homogénea, que todos somos blancos, heterosexuales, y es mentira, hay gente de muchas culturas diferentes, de todos los colores. Sin embargo, la cultura está totalmente homogenizada y lo que aporta el feminismo es lo contrario, es diversidad.

-¿Pero es más fácil hacer una peli ahora que cuando usted empezó?

-Las mujeres en el mundo entero no llegamos a hacer un 10% de la ficción. Ha cambiado un poco, pero muy poco. El imaginario que se construye sigue siendo aplastantemente masculino.

-¿Cómo se arregla esto?

-No podemos cambiar las cosas de forma aislada. La Constitución lo dice: la igualdad es transversal, y tiene que partir de una creencia absoluta y total de que es prioritario que hombres y mujeres puedan desarrollarse y que las mujeres tengan espacio reconocido y no tengan que andar a puñetazos. La sociedad tiene que reclamarlo.

-¿En qué momento estamos?

-Todo va muy lento, a pesar de lo que parece. Me preocupan las nuevas generaciones. Si hacemos un análisis a grosso modo, de cada tres personajes uno es femenino, a veces menos. Si los niños y niñas necesitan modelos para identificarse y no los ven en la ficción es muy difícil que la sociedad cambie.

-¿Le pone nota al cine español?

-Está genial. Tenemos muchos problemas, como siempre, pero también mucho talento.

-¿No se lo comerá la tele?

-No lo creo. Está subiendo la asistencia al cine, porque esto de las series tiene un algo de adictivo, pero le falta saborear. El cine tiene esa parte ritual, de llegar a un lugar donde convives con otra gente, la experiencia es común, tiene una medida, un proceso, un ciclo.

-¿En qué está trabajando?

-Estoy terminando un documental que estará en enero, sobre la representación de la mujer en los medios 'Rol&Rol', y estoy preparando para rodar una película el año que viene.