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Carla Simón, ayer, en el FICX. PALOMA UCHA
«No quiero pasar la vida contando la mía»

«No quiero pasar la vida contando la mía»

La directora de 'Verano 1993', seleccionada para representar a España en los Oscar y que no utiliza redes sociales, presenta su debut en el FICX

ALEJANDRO CARANTOÑA

Miércoles, 22 de noviembre 2017, 04:19

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Carla Simón tenía, en enero, treinta años, una película (su primer largo, una ficción autobiográfica en torno a su infancia y a la muerte de sus padres) y un sueño: estrenarla. Se llamaba 'Verano 1993', estaba rodada en catalán y un mes más tarde la presentó en la Berlinale, donde ganó el premio a la mejor ópera prima. Lo siguiente han sido unos meses frenéticos que van a desembocar en enero de 2018, cuando se decida si la cinta está nominada a los Oscar: hace dos meses que la Academia del Cine decidió que fuese la representante de España.

-¿En qué la ha obligado a pensar la película y lo que la ha acompañado?

-No había pensado en la exposición en general. Cuando estrenamos en Berlín, un amigo me dijo que al día siguiente saldrían las críticas, y eso es algo que ni siquiera me había planteado. Como las entrevistas...

-Y ¿cinematográficamente?

-En la naturalidad de la que tanto hablan. Está claro que las niñas son un punto fuerte, y busqué mucho esa naturalidad, pero no sabía hasta qué punto la había plasmado. Había perdido la objetividad: me ha costado mucho entender por qué funciona la película.

-¿Lo ha entendido?

-Por las niñas y por los temas que trata, creo. Pero, más allá de eso (y esa es la magia del cine), nunca llegas a saber por qué. Otra sorpresa que quiero añadir es la de que se valore su sencillez: es sencilla porque no había otra. Dicen que es una virtud, pero fue una necesidad...

-Todo esto la ha convertido en un personaje, de alguna forma. ¿Cómo lo lleva?

-Hasta cierto punto, tomas conciencia de que estás proyectando una imagen, pero no hay un personaje consciente. No está creado y no digo mentiras, porque no sabría.

-Tampoco está usted excesivamente presente en la película, después de todo. ¿Se debe a esto?

-Lo importante no es que esté presente, sino que los espectadores estén con los personajes. Yo había pensado algo más encuadrado, pero alguien me hizo notar que entonces se iba a ver que estaba hablando desde mis recuerdos, y no desde el punto de vista de la protagonista. Así encontré el enfoque.

-¿Decidió retirar elementos, como las menciones explícitas al Sida, para centrar la película o escogió qué quería incluir? ¿Cómo ha decidido, añadiendo o retirando?

-No, fue por el punto de vista. A fin de cuentas, yo no supe hasta los doce años nada del Sida, y por tanto en la película no podía aparecer. Modifiqué escenas para poder contarlo, pero era esencial que fuese sutil: la palabra no se dice.

-¿Se siente parte de una generación?

-No tanto así, en general, como cinematográficamente. Está empezando a salir un cine de proximidad, de las cosas que nos preocupan. Nos habla de la diversidad de España, prueba que hay cosas que contar... No utilizo redes sociales, solo tengo un Facebook que no uso y siento que no domino ese mundo. No quiero pasar la vida contando la mía. A lo mejor por eso no tengo sensación de grupo, más allá de la afinidad con la gente que ha sentido la inquietud de estudiar fuera, que ha viajado muchísimo. Pero posiblemente esa gente sea mi entorno inmediato, nada más.

-Sea como fuere, debe de ser usted la única directora de cine que queda en España que no se ha visto envuelta en una polémica total por tuitear esto o escribir aquello. ¿Cómo lo ha hecho?

-Es que creo que no es mi trabajo opinar sobre actualidad. Me han apretado mogollón para que lo hiciese, y educadamente he dicho que mi opinión política es mía. Solo incido en que me parece muy bonito que sea catalana y que represente a España en los Oscar. Obviamente no estoy de acuerdo con la violencia, creo que los problemas políticos no se arreglan con la cárcel y todo eso lo condeno, pero es que está todo tan, tan mal, y cuando viajas y te preguntan es tan complicado de explicar lo que ocurre... A lo mejor no doy una opinión porque me parece muy difícil tenerlo claro.

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