Circo con raíces en el Natahoyo. Katie Santos, directora del Festival Internacional de Circo, con su marido Alexander Lacey, director ejecutivo. fotos: arnaldo garcía

El circo de la gijonesa Katie Santos

Hermanos Castro. La gijonesa Katie Santos, acróbata e hija de payaso, dirige un espectáculo de diez números con 20 artistas

Ana Ranera

Gijón

Sábado, 30 de diciembre 2023, 00:57

AKatie Santos, el circo le corre por la sangre. Ella es hija de payaso y, durante muchos años, trabajó como acróbata. Ahora está al frente ... del Festival de Circo de Asturias que se celebra -hasta el 7 de enero- en el parque de los Hermanos Castro de Gijón y promete que merece la pena ir a verlo porque es «un espectáculo de altísimo nivel». Bajo la carpa ocurren todo tipo de cosas, ya que hay «diez números con un total de veinte artistas», explica. «Hacemos todo lo que te puedas imaginar. Hay un payaso increíble de Perú; un número de cintas aéreas, que es poético y bellísimo; motoristas, funambulistas... Hay de todo», se enorgullece.

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Uno de los payasos, entre el público asistente.
Un momento del espectáculo de mabalarismo con balones.
Otro de los números, en la función de ayer por la tarde en Gijón.

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Y, además, todo eso fue creado expresamente para traerlo a Gijón. «Esto lo hemos hecho exclusivamente para Asturias. Yo nací en Oviedo, vivo en el Natahoyo y quiero traer a mi tierra todo lo que aprendí a lo largo de mi carrera». Una carrera que la llevó a «todos los países de Europa, Marruecos, Japón, Estados Unidos y Sudamérica, entre otros lugares» y allí la tradición circense es mucho mayor. «En el extranjero llegan las navidades y la familia entera va unida al circo. Hay espectáculos del 25 de diciembre hasta finales de enero», asegura, deseosa de que esa costumbre se extienda. «Aquí en España, sin embargo, no estamos tan habtiuados a ir al circo en estas fechas, así que nosotros queremos empezar una tradición nueva», indica.

Es una buena manera de cerrar los años y de empezar los nuevos porque «son espectáculos para cualquier edad porque pueden venir desde niños pequeñitos hasta abuelos». Y también pueden ir «parejas sin hijos o grupos de jóvenes». Todos pueden encontrar, bajo la carpa, algo que les llame la atención porque, según confiesa Katie, «cada número tiene su dificultad». Eso sí: los hay especialmente complicados como los números que hacen los payasos porque «hacer reír a la gente es muy difícil». Pero ellos lo consiguen y estarán todas estas navidades, haciendo felices a mayores y pequeños en los Hermanos Castro. El 5 de enero será el único día que descansarán para ver la cabalgata de Reyes.

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