Casi cuarenta años de arte
Aurora Vigil-Escalera. La sala gijonesa abre hoy una exposición colectiva, con la que celebra sus 39 años de andadura a través de pintura, escultura y fotografía
Seguro que, para Aurora Vigil-Escalera, los últimos 39 años han pasado volando, pero es innegable que han dado para mucho y, por eso, hay ... que celebrarlos. Hoy lagalería gijonesa celebra sus casi cuatro décadas de andadura con la inauguración de una exposición colectiva que dará cabida a pintura, escultura y fotografía. Con todas estas disciplinas compartiendo espacio, tocará recordar una andadura que vivió tres décadas bajo el manto de Van Dyck y, que más tarde, continuó ya con el nombre de su responsable por bandera.
Un éxito resistir tanto tiempo entre creaciones y creadores, que festejarán por todo lo alto con obras variadas y variopintas, que irán rotando e incluirán firmas como la de la gijonesa Rosa Amores. Ella es una narradora visual apasionada, que echa mano de la tridimensionalidad para hacer realidad hasta los sueños. A su lado, estará el toledano Luis Feo, especialista en el hiperrealismo en sus personajes infantiles, objetos vintage y animales.
Otro habitual de la galería que estará presente será Francisco Mayor Maestre, con sus paisajes urbanos, que contrastan con los colores llamativos de Ismael Lagares. Más calma aportan, sin embargo, los blancos y los negros de Alejandra González. Ella apuesta por la fotografía, el videoarte y hasta el arte digital.
Mundos diferentes a los de Rafa Macarrón y a los de Eva Poyato y Moisés Yagües, quienes son capaces de erigir verdaderas fantasías. Otro experto en hacer magia con los pinceles era Juan Genovés, mientras que Rosa Brun atrapa a los visitantes con sus esculturas de colores fucsias, amarillos, azules y verdes. Son muy poderosas como las de Sergio Fermar y como las abstracciones de Luis Gordillo.
Hasta una realidad paralela viajan las piezas de Mario Soria y las de Carol Solar están empapadas por la influencia de los cómics y de los dibujos animados. Gonzalo García, sin embargo, juega con el pie humano como elemento principal de sus obras y Javier Torices domina las mareas a su antojo y las pinta con tanto detalle que parecen una fotografía de altísima resolución.
Jorge Hernández, sin embargo, cambia las orillas por los escenarios del Hollywood más clásico y por los iconos del arte pop. Lisardo, a su vez, apuesta por estructuras enigmáticas sobre fondos de un solo color. Sus obras están en las antípodas de los lolipops de Mico Rabuñal, que endulzan una lista de autores del más altísimo nivel. Junto a ellos, habrá algunos nombres más que servirán para entender por qué esta galería lleva 39 años de éxitos. Casi cuatro décadas haciendo Gijón un poco más bello, un poco mejor.
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