tDe izquierda a derecha y de arriba abajo, Concepción Paredes, Ramón Rodríguez, Andrés Martínez Vega, Marta Pérez Toral, Ángel Villa, Juan José Tuñón, Olga Casares y Tomás Emilio Díaz, que conforman la Junta Permanente de la institución. En la imagen de la directiva falta Juan José Mangas, que está hospitalizado. JOSÉ VALLINA

Los custodios de la cultura asturiana

Aniversario. El Ridea cumple 75 años reclamando más presupuesto al Principado y una nueva ley que haga a la institución más democrática

AZAHARA VILLACORTA

Domingo, 17 de enero 2021, 02:27

A veces, el director del Real Instituto de Estudios Asturianos, Ramón Rodríguez, pasa revista a la popularidad de la institución que lidera desde 2013. «Hace ... muy pocos años, decías Ridea y mucha gente no sabía de qué estabas hablando. En cambio, ahora pregunto y mucha gente sabe lo que es. Eso significa que estamos haciendo cosas que interesan», dice el máximo responsable de un Instituto que conmemora sus 75 años de existencia durante este curso 2020-2021. Porque, «aunque se creó en 1945, no empezó a funcionar hasta 1946». Una génesis que hay que buscar en la creación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que trajo consigo el renacimiento y la proliferación de los centros de estudios regionales. Y, en aquel contexto, a iniciativa de la Diputación Provincial (entonces de Oviedo), surge la fundación del Instituto de Estudios Asturianos, que respondía a la necesidad y al deseo de contar en Asturias con un organismo público -dotado de personalidad jurídica y patrimonio propio, aunque sometido a la tutela económica de su impulsora, la Diputación- cuya finalidad fuera la investigación y la conservación del acervo cultural de la región.

Publicidad

Y en eso siguen 75 años después de que el 4 de agosto de 1946 se celebrase la solemne constitución del Idea, porque el Instituto (hoy con título de Real, concedido por Juan Carlos de Borbón en 1992) «continúa teniendo como cuya única y honrosa finalidad ocuparse del estudio y la difusión de la cultura asturiana».

«Esta es su importantísima misión y se hace realidad con investigación, conferencias, exposiciones... y todo ello se materializa, además de en la edición de libros, en tres publicaciones: el 'Boletín de Humanidades y Ciencias Sociales', el 'Boletín de Ciencia y Tecnología' y los 'Cuadernos del Ridea', la de más creciente creación, hace tres años, y que se ocupa especialmente de la cultura popular y tradicional asturiana, mientras que los boletines son más académicos», apunta Ramón Rodríguez. Y aprovecha para hacer balance del estado de la cuestión: «En la parte positiva, hay que decir que el Ridea tiene mucha más proyección pública de la que tuvo nunca, aunque, en la negativa, también hay que decir que económicamente tuvo épocas mejores, con un presupuesto anual que ronda hoy los 200.000 euros, 50.000 menos que hace tres años». Y, de hecho, revela que «el año pasado hubo escasez incluso para el mantenimiento de las cuestiones básicas del edificio», el Palacio de Toreno, donde estos días cuesta quitarse el abrigo y que sustituyó a la sede inicial en la ovetense calle de San Vicente, 3.

Así que, entre los retos de este organismo autónomo del Principado con seis trabajadores en nómina para el futuro más inmediato, Rodríguez cita dos que, en realidad, son solo uno. Empezando por «modificar la ley de 1987 que estableció que, de los 50 miembros de número de la institución, los elegibles quedasen reducidos a 29 y se añadiesen 21 miembros de representación de distintas entidades, lo que es una anomalía absoluta, porque las entidades de este tipo en toda España no tienen miembros de representación, sino que todos son electivos».

Publicidad

«Hay un proyecto de ley que esperemos que se apruebe en esta legislatura para ponernos al día en varios aspectos, pero lo sustancial es eso, lo que lo convertirá en una institución más democrática», subraya su director. Y añade un matiz no menor: «Y que la alimenten con unos presupuestos adecuados, porque se requiere dinero para muchas cosas. Por ejemplo, para traer conferenciantes de fuera o para las publicaciones. Solo en 2020 publicamos doce títulos nuevos, aparte de los 'Boletines'».

Pero, entre que ve cumplidos sus anhelos y no, el Ridea se prepara para ofrecer una gran exposición bibliográfico-documental conmemorativa de estos 75 años que podrá disfrutarse a partir de marzo nutrida con fondos de su biblioteca y su archivo. Y, al mismo tiempo, para «abrirse a la sociedad y descentralizar actividades: Siero, Covadonga, Tineo, Gijón...», enumera su director, que también aspira a liberarse del sambenito de detractores de la llingua que a veces acompaña a sus más de 150 miembros (a los de número hay que sumar los eméritos, los de honor y varias decenas de miembros correspondientes): «Esa fama surge porque, en algún momento, hubo una militancia en el Instituto contra la llingua, pero nosotros somos absolutamente respetuosos con todas las manifestaciones y hay gentes de todo tipo de sensibilidades. Además, si haces un repaso, encuentras muchísimas cosas publicadas sobre el asturiano. De hecho, el primer libro que se publicó fue un estudio de Lorenzo Rodríguez Castellano sobre la h aspirada en el Oriente».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

1 año por solo 16€

Publicidad