'Destroyando' a Eurípides con tragedia y comedia

La compañía de Sergio Gayol se había acercado ya al Siglo de Oro con 'Bojiganga' y ahora les apetecía mirar a Grecia con esta pieza. Antes de la pandemia se inició el proceso creativo y el tiempo acabó por dar una nueva dimensión a la idea. «Nos dijimos '¿por qué no desmontamos 'Troyanas'? ¿Por qué no jugar con el teatro, con el aquí y ahora y con ese título, 'Destroyando', una palabra que no existe, pero que va a la idea de desmontando, a mezclar comedia y tragedia, los dos géneros que surgen del teatro grecolatino?'», cuenta Gayol. Se entremezclan risa y llanto en esta singular propuesta teatral que no deja de ser arriesgada, muy diferente y singular. Buscan descolocar al público, romper con ellos la cuarta pared, hacerles partícipes y contarles también cómo es el proceso de trabajo para contar esas 'Troyanas' que siguen estando absolutamente presentes y vigentes detrás de 'Destroyando'. «Mostramos el proceso de trabajo, cómo llegar hasta aquí, esta función habla del camino de esas actrices», dice el director, actor y dramaturgo.

Es un juego teatral constante fruto de horas y horas de investigación, de romper muchos papeles hasta dar con la manera de narrar esa tragedia pasada pero desde el hoy, jugando con los paralelismos, con el papel de las mujeres en la guerra de Troya y en todas las demás.

La sinopsis apunta hacia ese montaje teatral de 'Las Troyanas', ese clásico que habla cómo después del saqueo de Troya las mujeres fueron esclavizadas. Y partir de ahí se abre el abanico para llevar al público mucho más allá: «Se trata de un texto de gran actualidad que permite hablar sobre temas que nos rodean constantemente. Viene a contarnos que en la guerra no hay ganadores, todos somos perdedores porque todo queda destruido y el sufrimiento es universal».

Gayol dirige, actúa y se encarga de la dramaturgia de una pieza que sube al escenario a Paula del Estal, Maia Ansa, Ángela Tomé, Manuela Orbegozo y Lidia Dago. Hay para la ocasión música original de Carlos Martínez, vestuario de Azucena Rico, iluminación de Eduardo Espina... Todo está listo para que salga al escenario y empiece un recorrido que tiene entre sus principales destinatarios los jóvenes. A ese público llegará con seguridad total gracias a una campaña escolar que les permitirá hacer una docena de bolos en el primer semestre del año.

El juego está listo para sorprender y hacer al público activo jugador, para desmontar una tragedia griega y recontarla desde el hoy.