Shakespeare se esconde en el Botánico

Cuando a William Shakespeare se le ocurrió la trama de 'El sueño de una noche de verano' pensó en dar vida a una serie de personajes fantásticos envueltos por un escenario que de mágico que es se vuelve único. El autor inglés retrató en esta obra, una de las más conocidas entre las muchas que escribió, un bosque con hadas en cuyos rincones se escondían traviesos duendecillos y seres mitológicos. De haber existido el Jardín Botánico de Gijón en el siglo XVI, de buen seguro que el autor inglés hubiera tomado buena nota de este paraje como hábitat para sus personajes. Hasta podría haber tendido como inspiración una actividad que desde hace más de una década llena el verano gijonés de fantasía, las Noches Mágicas del Botánico.

Este programa ofrece una función teatralizada en la que el público va tomando constancia de la presencia de diversos personajes procedentes de la mitología asturiana a medida que se adentra por los rincones del Botánico. Sus responsables han querido aprovechar que este año se cumple el 400 aniversario del fallecimiento de Shakespeare para devolver a la vida a algunos de sus personajes más celebrados, en concreto a Oberón, Bottom y Puck, como confirmó la directora artística de la actividad, Carmen Gayo, en compañía de Pedro Avello, coordinador del Jardín Botánico.

El primero impone por su altura y, aunque algo huraño, le gusta mofarse de los mortales; el segundo se asemeja a un asno y el tercero destacada por su vis cómica y burlona.

Esta es la gran novedad de esta XIV edición del programa de Noches Mágicas, la actividad que aumenta su presencia comenzando a trabajar mañana y prolongándose hasta el siguiente domingo, 28 de agosto. Cada jornada -a excepción del lunes 22, que no hay representación- habrá doble función, a las 22 y a las 23.30 horas. El público participante irá con personal especializado adentrándose en el Botánico y a la espera de toparse con hasta una quincena de actores de la compañía asturiana Factoría Norte que se meterán en la piel de nueve personajes fantásticos. Además de los resultantes de la inventiva de Shakespeare, el público verá al busgosu guardando la fauna y la flora, la impotente güestia, los simpáticos diaños burlones, trasnos y trasgos y la coqueta xana. La música en directo y un recorrido más amplio hará las delicias del público familiar. Todo por 11 euros y gratis para menores de seis años. Las entradas empiezan a volar.