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El escritor búlgaro Elías Canetti.
La furia vital de Canetti

La furia vital de Canetti

'El libro contra la muerte' que el Nobel de origen sefardí no pudo concluir 'resucita' anotado por Ignacio Echevarría

Miguel Lorenci

Sábado, 4 de marzo 2017, 01:08

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Elías Canetti (1905-1994) se pasó la vida plantando cara a la muerte. Lo hizo con furia vital, en una incansable batalla intelectual que quería plasmar en un texto definitivo que jamás concluyó. «'El libro sobre la muerte' continúa siendo mi verdadero libro. ¿Lo escribiré por fin de un tirón?», se preguntaba el escritor búlgaro de origen sefardí y Nobel de Literatura en 1981. No culminó su desafío, pero dejó una montaña de apuntes sobre un tema acuciante para él, toda una obsesión desde que, con solo siete años, viera caer a su padre fulminado por un infarto. Su talismán contra el imperio de la muerte fue la grafomanía. «Mientras escribo me siento (absolutamente) seguro», escribió.

Galaxia Gutenberg reúne ahora, y por primera vez, todos esos apuntes de Canetti sobre y contra el fin de la vida ordenados cronológicamente en 'El libro contra la muerte', una edición que Ignacio Echevarría anota con profusión y que epiloga Peter von Mart. Con material datado entre 1942 y 1994, incluye tanto textos ya publicados como unos jugosos inéditos que constituyen un tercio del libro.

«El libro de los muertos solo surgirá si puede evitarse la palabra muerte», apunta el propio Canetti, que se empeñó en su redacción desde la muerte de su madre en 1937. Entonces «se impuso», dice Echevarría, escribir el libro sobre el tema que le atormentaba desde que en 1912 vio derrumbarse a su padre, que tenia 31 años. «Se muere con demasiada facilidad. Morir debería ser mucho más difícil», escribe un Canetti enrabietado ante la parca que se llevó también prematuramente a su primera y a su segunda mujer, Veza y Hera, a su amante y discípula Friedl, a su hermano Georg y a su maestro Sonne.

Echevarría fue el responsable de la edición española de las obras completas de Canetti en cinco tomos y de 'El libro de los muertos. Apuntes 1942-1988' que se integra casi en su totalidad en esta ampliación con inéditos, en las librerías desde el próximo día 8. Asegura que es «un espectáculo observar como Canetti fracasa una y otra vez en su empeño de escribir ese libro sobre la muerte».

Ficha

  • Título El libro contra la muerte.

  • Autor Elías Canetti.

  • Editorial Galaxia Gutenbrerg, 2107.

  • Temática Ensayo.

  • Páginas 400

  • Precio 23,50 ¤

Reflexiona Canetti a diario sobre el final de la vida. En su afán de ordenar su pensamiento «para defender al hombre de la muerte», habla sobre el asesinato, la supervivencia en la memoria de los otros, de la muerte de los mitos y los animales, del discurso de escritores y filósofos, del leguaje y la muerte, o sobre las experiencias más privadas y personales ante el inexorable final de la vida. Bernhard o Hemingway no salen bien parados en el juicio del este admirador de Kakfa y Musil.

«Lo que tenemos aquí no son los trabajos previos y apuntes para una obra futura, sino textos cerrados de los que no sabemos cómo se habrían integrado en esa obra», afirma en su postfacio Peter von Matt, germanista suizo, uno de los grandes especialistas en Canetti y responsable de la criba del inmenso material del legado de Canetti, conservado en la Biblioteca Nacional de Zúrich. «Canetti tampoco lo sabía -agrega-, de manera que es lícito pensar que la razón de ser del proyecto y de la voluntad decidida de llevarlo a cabo sólo era, precisamente, escribir estos apuntes».

Fogonazos

«Lo tengo difícil, me gusta vivir», escribe Canetti, que hizo del apunte un género y que brilló como maestro del aforismo. Sabía que estos fogonazos son «espontáneos y contradictorios». Que «contienen ideas que a veces brotan de una tensión insoportable, pero a menudo también de una gran ligereza». Quería Canetti ofrecer todos los perfiles de su ser, consciente de que «un hombre -y esta es su mayor suerte- es un ser plural, múltiple, y sólo puede vivir por cierto tiempo como si no lo fuese». El propio Canetti eligió el título español de su última colección de aforismos, 'El suplicio de las moscas', una batería de «apuntes» en 150 páginas.

Nacido en la localidad búlgara de Rustchuck en 1905, en el seno de una familia sefardí, Elías Canetti se convirtió en un tránsfuga de su lengua, renunciando al rumano y al ladino, para adoptar el alemán como idioma. También fue un tránsfuga terrenal que vivió en Viena, Mánchester, Berlín, Londres y Zúrich.

Se dio a conocer con complejas obras de teatro en la década de los treinta y no obtendría reconocimiento internacional hasta la de los sesenta. Escritor secreto, profundo y alabado por minorías, recibió en 1981 el premio Nobel de Literatura, aunque Academia sueca, de nuevo, llegaba tarde. Su primera gran y única novela 'Auto de fe' (Die Blendung) databa de 1935. Mediada la década de los setenta y tras 'Masa y poder,' publicó su obra primordial, un extenso friso memorialístico compuesto por 'La lengua absuelta' (Die Gerettete Zunge, 1977), 'La antorcha al oído' (Die Fackel im Ohr, 1980) y 'El juego de los ojos' (Das Augenspiel, 1985).

No cabe mayor homenaje que leer a este gran escritor de palabra acerada y certera que brilló también en libros de viajes como 'Las voces de Marrakech', texto mágico y esencial que Juan Goytisolo, vecino de la ciudad marroquí, reconoció como «el mejor escrito por un extranjero que haya pisado Marrakech».

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