«El cuento es un laboratorio literario, en ellos me forjé como escritor»

Presentado por el periodista de este periódico Adrián Ausín, Del Valle señaló los contrasentidos de quienes pueblan ‘Diez personas que arden’ (Menoscuatro Ediciones), «gente que busca amor, certezas, controlar el miedo». Y así, el lector pasa de la II Guerra Mundial al copista medieval cuyo error perdura cinco siglos, de los problemas de pareja al universo de Kurosawa, de sumergirse a 122 metros de profundidad al escritor al que solo roba el aire su crisis creativa. De uno a otro, sin margen para el aburrimiento. Ventajas del género. «Este es mi segundo libro de cuentos y no será el último», adelantó el autor que se sirve de él para recorrer los temas que atraviesan toda su obra: la guerra, la literatura, la identidad, la historia... Habrá más porque «hay historias que solo se pueden contar desde la distancia del cuento». Y porque es en el cuento, en ese «laboratorio literario», donde Del Valle se forjó como escritor. Donde cometió los errores. Donde atinó con los aciertos.