«La investigación es lo que nos salva»

'Linternas para la oscuridad'. El título del libro que hoy se presenta en la Escuela de Comercio de Gijón (19 horas) dice mucho sobre la luz que puede aportar a quienes estén viviendo un cáncer propio o cercano, pero también a todos los demás. Lo firma Ana Isabel Méndez, que es profesora de Inglés en Primaria, que es madre, que es hija y familiar de enfermos y enferma, y que es por encima de todo una mujer sensible que quiere que sus reflexiones puedan inspirar y animar a otros y puedan alentar la investigación en torno al cáncer.

No es fácil inscribir el volumen en un género literario en concreto, porque son 19 historias diferentes y dispares, en las que solo las dos últimas se adentran en el túnel del cáncer. Esa parte final sí es contarse a sí misma, aunque lo hace desde la metáfora, sin ponerle nombre a la enfermedad, con una mirada singular. «Cuando te diagnostican entras en un túnel, no sabes dónde estás», revela ahora la autora, que insiste una y mil veces en la importancia de la investigación, que esa es la única salvación y por eso quiere que todo lo recaudado tenga ese fin a través de la Asociación Española de Cáncer de Mama Metastásico. «En estas dos historias soy yo, y las personas son los médicos que me tratan, pero no de una manera evidente», cuenta la autora, que quiere simplemtente poner su granito de arena en la lucha contra una enfermedad que le tocó sufrir a su madre, a su padre y a más familiares. «Al tocarme a mí otra vez siento que, si puedo aportar algo, me parece importante hacerlo, porque lo que nos va a salvar a todos es la investigación».

Ella, con un cáncer de mama metastásico, ha pasado por dos cirugías. La alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, ha estado en este camino a su lado y estará también hoy con ella en la presentación de un libro con ese fin benéfico que gira en torno al cáncer, pero que es también una mirada literaria mucho más amplia. «Son historias cortas, metáforas que yo veo en la vida, como cuando por ejemplo observas una abeja en una ventana, que está intentando salir y se esta dando golpes y no ve la salida... Muestro esos paralelismos con las cosas que nos pasan en la vida a nosotros», revela la autora.

Lo curioso es que el libro que ahora ve la luz tiene una larga gestación a sus espaldas. «En el año 1999 o 2000, con una amiga que tenía en Francia, hablábamos por Messenger de esas historias de la vida, de cuando ves a un niño que no es capaz de encajar unas piezas y te das cuenta de que con un problema de trabajo estamos haciendo lo mismo, es muy fácil verlo en determinados ejemplos, por eso empecé a juntar esos relatos», cuenta. La animaron a que continuara escribiendo y hace ahora siete u ocho años editó con el Círculo Rojo esa obra primigenia. «Esto es una evolución de mi propia vida, aquello fue como una semillita que planté ahí y después de años creció un arbol de verdad con este libro, que ya lo hice con un editor, a quien le gustó la finalidad y la idea, añadí historias nuevas y esa segunda parte». Ya está en las librerías.