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Noticias de un poeta en un aniversario

Noticias de un poeta en un aniversario

Miguel Mingotes celebra los 140 años de EL COMERCIO con un libro que recorre todas las secciones del periódico convirtiéndolas en poemas de diario y sonrisas

PACHÉ MERAYO

GIJÓN.

Lunes, 30 de julio 2018, 00:55

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Empieza el libro-metáfora de un periódico de Miguel Mingotes con una vista casi de pájaro de la plaza del Comercio de Lisboa acariciando el estuario del Tajo. Se le antoja al poeta hacer noticia de la magnitud arquitectónica de un lugar que fue asiento del Palacio Real más de 200 años. Y con su visión, ordenada en la página cuatro, -antes los créditos, el blanco inmaculado y el bello editorial-, emprende viaje. La estampa fotográfica con cuatro palabras y un gran titular (LISBOA) es su sección de Internacional. Su peculiar mirada al mundo, que nutre de una maravillosa fantasía: un lugar vacío del conflicto y la muerte que empapa cada jornada las páginas reales. No habrá una sola en todas las siguientes. Ni siquiera en las esquelas («no murió nadie»). Y del gran mundo a la gran ciudad que le envuelve. La información de Gijón. La sección de local aparece en la hoja contigua. «La 5», advertía echándole un último vistazo a las pruebas de impresión. «He puesto los números», dice seguro. A la izquierda en las páginas pares, a la derecha en las impares. Como cada día en estas que ahora cuentan su última «ocurrencia». Y es que este libro-metáfora-periódico-celebración, lo que quiere es conmemorar los 140 años de vida de EL COMERCIO. Si saliera el jueves en esa sección de Local contaría que 'EL COMERCIO. 140 años', que así se titula el pequeño nuevo volumen de Mingotes, del que se ha hecho una edición limitada, había sido presentado el día anterior. De hecho será el miércoles cuando se muestre públicamente. Su contenido y la propia voz del poeta protagonizarán un acto del Aula de Cultura de este periódico, que tendrá lugar en el Museo Nicanor Piñole, a las siete de la tarde.

Pero Mingotes no se detendría a contar lo acontecido. Él mira más allá o más acá. Su intención es más profunda o todo lo contrario. Más vaporosa, ligera, sin arista alguna. Todo depende del verso. «Yo, si tuviese un barcu, llamaríalu 'La Verdad', porque la verdad flota», escribe en su libro-periódico. Subrayando esa reflexión, que acompaña con una fotografía rescatada del Museo Marítimo de Asturias, un aviso que es antetítulo: «Lecciones de periodismo (I)». Y como titular, no podía ser otro: LA VERDAD.

Viene tras la página de Local, la sección de Economía. «Había un mantel de flores en una fábrica, pero la fábrica se desmanteló. ¿Qué habrá sido de les flores?». Mingotes en estado puro. El titular esta vez, FÁBRICA. La foto del artículo, un dibujo que recuerda al Camín de los comienzos pictóricos, cuando bebía del perfil industrial de la ciudad y convertía las torres fabriles en horizontes artísticos.

Los Deportes llegan enseguida a su peculiar relato del día, que es, en realidad, narrativa de varios tiempos. En la página 7 aparece, sobre un Molinón en mayúsculas, y bajo una fotografía de cinco jugadores del Sporting del 1924, un fragmento de los diarios de Jovellanos. «Por la tarde al instituto a la lección de dibujo. A paseo por el molino de la Arena (...) El día pardo bueno».

Vuelta la hoja, los Sucesos. No hay o mejor está la PRIMAVERA. Flores y una nueva fantasía. Como la que anuncia, en la 10: «CASA CON OCALITO». No es un anuncio, sino una utopía. Como la que describe a su término, en la sección de Espectáculos. Foto de Simon y Garfunkel. Portada del disco 'Live From New York City. 1967'. A sus pies este poema reclamo-sonrisa: «El silencio no lo habla casi nadie; ojalá fuese cooficial».

Después, las esquelas sin habitantes y para cerrar, El Tiempo. LLUVIA, claro. Un cuadro de Evaristo Valle y una nueva exhortación para expulsar los malos humos: «El tiempo da igual; como dicen los taxistas 'Que tenga buen día'». Imposible cerrar de mejor manera. Pero todavía queda un verso más. En la contraportada, Mingotes coloca un personaje de un Belén al que cuelga una cámara de fotos. Con él se despide, recodando que estas páginas en las que él también escribe y piensa y ríe son las del decano de la prensa asturiana.

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