«Sexo, dinero y poder mueven el mundo»

–Sexo, dinero, poder son ingredientes de una novela de éxito. En la suya muestra cuán unidos están a la geopolítica.

–Son los que mueven el mundo y cierto que enganchan en un trhiller. Aquí, pensé más en escribir sobre algo que tuviese cerebro, corazón y alma. El sexo está vinculado a nuestras personalidades, la dominación y sumisión tiene que ver bastante con la ecomomía, un modelo en que vivimos literalmente atados a muchas cosas. Y emocionalmente tenemos tendencias y necesidades que ni nosotros sabemos. Mi idea es levantar las alfombras en todos los sentidos y contar cómo tiene consecuencias no conocer la verdad de lo que sucede.

–Narra una ficción especulativa sobre la realidad de los países BRICS+ (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica).

–Los llamados países emergentes, ya no lo son, han llegado con fuerza. China es número 2 en la ecomomía mundial, India, Indonesia, Brasil, avanzan rápidamente y ven su futuro dentro de una organización: BRICS, donde no quieren que entremos nosotros: somos el problema. El mundo solo por la visión de los americanos no ha funcionado. Europa ha decidido externalizar su seguridad a los americanos, la energía a los rusos y la producción a los chinos. En la novela imagino un futuro que estamos a punto de ver y para cuyos cambios no estamos preparados. He querido dar la voz de alarma de que si seguimos buscando diablos como Putin y decimos que todo es su culpa, que nosotros tenemos la razón, esa manera de verlo en blanco o negro no soluciona nada, solo crea conflictos. La realidad es gris y compleja.

–¿Ve posible que suceda como en su libro que los BRICS se unan en una moneda alternativa al dólar para todas sus transacciones?

–Solo hay dos pasos y ya se dado uno. Esta semana se reúnen en Rusia esos países, estamos viendo y vamos a ver millones de transacciones de esa organización rechazando el dólar y usando el rublo o el yuan, yo he imaginado su moneda: el R5. Los datos reales están ahí: Estados Unidos acumula una deuda de 35 billones de dólares, eso es insostenible. De manera que en Europa nos venden amenazas reales o imaginadas. Como abogado, quiero saber si esa geopolítica sirve a mis intereses o no.

–¿Y cuál es el cuarto poder del título?

–La idea es que el lector pueda reflexionar que este no es el capitalismo que conocíamos, es un capitalismo de vigilancia o de desastre. Si hay tres poderes que son el 20 % de la población, el cuarto somos el 80 % y, tal vez, podamos usar la cabeza para pensar en nuestras necesidades en común.

–¿Lo ha leído su pareja, Telma?

–Sí lo ha leído, le ha gustado mucho y a mí lo que me gusta de la portada es que hay un línea roja y no la cruzo para hablar de la familia en general, porque sé que eso va a ser el titular.