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La escritora mexicana Laura Esquivel. JUAN CARLOS HIDALGO
«No somos víctimas; hemos creado juntos una nueva raza»

«No somos víctimas; hemos creado juntos una nueva raza»

Laura Esquivel | Novelista ·

Su obra 'Malinche' es una de las novelas de la nueva colección que distribuirá LA VOZ DE AVILÉS desde el próximo domingo

CÉSAR COCA

Domingo, 12 de mayo 2019, 02:00

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'Malinche' es una de las más célebres novelas de una colección que comenzará a publicar LA VOZ DE AVILÉS el próximo domingo. La escritora mexicana Laura Esquivel tomó el personaje de la mujer que, al dar a luz a un hijo de Hernán Cortés, se convirtió en una de las primeras fundadoras de una nueva estirpe, de un mestizaje que aúna tradiciones y rasgos de dos continentes. Una mujer a la que unos casi han santificado mientras otros la ven como una traidora, en una historia de amor, pasión, violencia, guerra, triunfo y decepción. De su personaje y de la ambivalente relación entre México y España habla Laura Esquivel en esta entrevista concedida desde su residencia en la capital federal.

-¿'Malinche' fue un encargo?

  • El jardín olvidado Kate Morton. 18 y 19 de mayo.

  • El ruiseñor Kristin Hannah. 25 y 26 de mayo.

  • Malinche Laura Esquivel. 1 y 2 de junio.

  • El extraño verano de Tom Harvey Mikel Santiago. 8 y 9 de junio.

  • títulos, uno cada domingo. Precio: 5,95 euros más el periódico.

-Sí, es la única de mis novelas que surge de un encargo. Muchas veces me he preguntado cómo es que nunca se me había ocurrido escribir sobre ella. La verdad es que agredecí que me la pidieran.

-Con ella el juicio es blanco o negro. O fue benefactora o traidora. ¿Cuál es su valoración?

-Fue una mujer a quien se ha considerado de forma injusta. Sin duda, su inteligencia era grande porque en solo tres meses, escuchando una traducción a tres bandas español-maya-náhuatl, fue capaz de aprender español; convenció a Hernán Cortés del valor de su cultura y el simbolismo que encerraba y sin duda fue por su actuación por la que la conquista no terminó en un exterminio total.

-Sin embargo, la mayor parte de los juicios es muy negativa.

-Es muy difícil juzgar desde los valores de hoy a un personaje tan complicado. Mientras escribía la novela, yo traté de ponerme en sus pies, de ver el mundo con sus ojos, de comprender su relación con el fuego, su propia cosmogonía y cómo incorporaba todos los elementos nuevos a la misma. Cuando llegó a Hernán Cortés ya había sido regalada y violentada. Hay claroscuros en ambos personajes y se dio entre ellos una gran fascinación.

-¿Hubiese preferido contar con una mayor base histórica para construir el personaje?

-Había muy poco escrito, pero pude recurrir a la cosmogonía de la época. En mi novela hay partes especulativas, pero están sobre todo en los pensamientos que le atribuyo o en personajes como el de la abuela, que representa a todas las abuelas. Traté de ser cuidadosa con eso.

-¿Qué opina el movimiento feminista sobre Malinche?

-Yo me centré en el personaje desde una visión dual del universo, en el sentido de que cada deidad tenía una manifestación masculina y otra femenina. Es cierto que los aztecas ya habían roto con ese equilibrio. Pero en los dos últimos siglos se ha dado una gran preponderancia a lo masculino, que es el mundo de lo público. Y hay otro mundo interior, que se relaciona también con lo cósmico, y ese es femenino.

Mestizaje

-¿Hasta qué punto se valora que el hijo de Malinche y Cortés sea el primero de una nueva estirpe?

-Ya Octavio Paz habló de eso, hizo un diagnóstico muy atinado. Somos descendientes, piensan muchos, de una prostituta y un asesino y ladrón. De eso solo se sale redignificando el mismo concepto. Creo que ha llegado el momento de agradecer la herencia y el mestizaje y a partir de ahí enfrentarse a un sistema económico equivocado. Yo misma pienso que soy producto de un espíritu unificador encaminado a lograr sociedades que vivan en armonía.

-Vivimos en sociedades cada vez más mestizas...

-La cocina mexicana, que es Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, representa mejor que nada ese mestizaje. Nuestra cocina combina lo que trajeron de España con los productos locales.

-Igual que la española hace con lo que vino de América.

-Por supuesto. ¿Qué sería de su cocina sin las patatas? ¿Cómo prepararían gazpacho sin tomates? En España no he escuchado a nadie decir nada contra los siglos de presencia árabe, que tanta huella dejaron. Aquí debería suceder lo mismo. En la medida en que seamos conscientes de que en la conquista hubo muerte, destrucción y dolor, sí, pero también intercambio cultural y espiritual, y mezcla de sangre, veremos las cosas de otra manera. No somos víctimas. Hemos ido creando juntos una nueva raza, una cultura. Puedo llenar todo eso de luz o avergonzarme. Yo he elegido llenarlo de luz. Es curioso pero, como le decía, donde más valoramos la herencia positiva de España es en la cocina.

-¿Qué opina de la reclamación por parte del presidente de México al Rey o al Gobierno español para que pidan perdón por las atrocidades de la conquista?

-Desde el punto de vista político, me parece válida esa petición, pero se ha sobredimensionado. En un mundo interconectado deberíamos volver a una visión como la de los mayas: todos somos todo y estamos conectados. Si lo vemos así, tiene sentido pedir perdón. De alguna manera, aunque quienes protagonizaron aquello murieron hace tanto, somos siempre lo que permanece en cada árbol, en cada piedra, en cada río, en cada gota se sangre.

-'Como agua para chocolate' fue un éxito de ventas y algunos críticos la han incluido entre los cien mejores libros en español del siglo XX. ¿Condiciona un debut así?

-Me sorprendió en su momento y aún hoy me sigue sorprendiendo. Aunque por otra parte siempre he escrito de lo que he querido y no me he sentido condicionada. Creo, además, que sigo trabajando con la misma inocencia de siempre.

-Durante años ha tenido una carrera política ¿Seguirá en ello?

-Terminé mi período como diputada el año pasado y he declinado una invitación para la Secretaría de Cultura. Colaboraré con Andrés Manuel (López Obrador) cuando me lo pida, pero desde fuera. Estoy muy ocupada, porque ahora hay dos proyectos cinematográficos sobre mis obras.

-¿Cuáles?

-Estoy haciendo la adaptación de 'A Lupita le gustaba planchar' y hay interés en llevar al cine 'Malinche'. Planean una película, aprovechando que en 2021 será el quinto centenario de la conquista. Creo que aún estamos a tiempo de llegar a ello con la película.

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