Malú desata la euforia en la Laboral

Pocos cantantes tienen una legión de seguidores tan fiel como la de Malú. A la artista madrileña sus fans la arropan, bajo cualquier circunstancia, y ayer en el Teatro de la Laboral no iba a ser menos. Según apareció por el escenario, cantando 'Aprendiz', se desató la locura y empezaron a lloverle los 'guapa', los vítores y los silbidos, que la hicieron meterse en el papel de estrella que tan bien encarna. Tenía ella ganas de brillar -vestido de lentejuelas incluido- y de celebrar los veinticinco años del lanzamiento de su álbum debut, con el que empezó a escribir su nombre en un mundo de la música, que la recibió con los brazos abiertos.

En este cuarto de siglo de andadura, Malú ha ido ganando fuerza y garra y anoche lo demostró en un teatro que se desvivió con ella y por ella. A pesar de ser un concierto con el público sentado, todos los presentes tardaron poco -muy poco- en levantarse de las butacas para bailar, aplaudir y hacerle los coros en cada melodía. De hecho, en la segunda canción, 'Como una flor', ya se pusieron en pie unos cuantos en las primeras filas.

Se dejaron el alma y ella les devolvió el cariño, recorriendo una trayectoria que ha estado llena de luces y de temas que, seas fan o no, es imposible olvidar. Lo dijo nada más llegar: «Es una alegría volver a verte Gijón». Y, con esa afirmación, prometió al público que iba a presenciar «un espectáculo hecho con mucho amor». Un 'show' que es un paseo «por veinticinco años de canciones mágicas que te hacen ir a otro sitio, que hacen que tu alma se cambie de lugar», las definió.

Nueve músicos en el escenario secundaron sus palabras y sus canciones e hicieron que la velada fuera una fiestón para todos los fans que la jaleaban, cuando se marcó un popurrí de canciones y cuando arrancó con las primeras palabras de 'Toda', un himno de principios de los 2000, que puso a bailar a toda la Laboral.

Con 'Diles' regresó la calma, aunque duró poco, la noche fue una mezcla de sentimientos que se ganaron la ovación cerrada de esa legión de seguidores que ayer se enamoró un poco más de la artista madrileña.