Barroco luminoso y con garra

La segunda edición de la Primavera Barroca se celebra en la sala de cámara del Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo, con la colaboración del Centro Nacional de Difusión Musical. Serán seis recitales entre abril y mayo, y el primero de ellos, a cargo de Il Pomo d'Oro, fue enormemente aplaudido. Lo más sobresaliente, la personalidad polifacética de su apasionado director, concertino y, eventualmente, cantante. Dmitri Sinkovsky lleva los tiempos y los juegos de dinámica a unos extremos que a veces hacían muy difíciles los empastes entre los siete instrumentistas que estaban en escena. En contrapartida, le da a las versiones una vitalidad y una garra sorprendentes.

Ofrecieron un programa centrado casi todo en Vivaldi, y con unas curiosas transcripciones de Scarlatti firmadas por Charles Avison, contemporáneo del autor. Las propinas, cuatro en total -tres y un 'bis'- fueron de lo mejor de la tarde. La primera, un desenfrenado tiempo final del 'Invierno' de Vivaldi. La segunda, un aria de Albinoni, cantada con voz de contratenor por el propio director y con importante presencia de la viola. La tercera, un aria del 'Rinaldo' de Haendel y, finalmente, repitieron el 'allegro' del 'Concierto Rv. 242' de Vivaldi. Muchísimos aplausos, gran éxito para el inicio del ciclo.