Asturias suena en Madrid al son de la misa de gaita

Los Jerónimos se llenaron ayer para acoger a los cientos de personas que acudieron a escuchar la 'Misa asturiana de gaita' que presentaron Joaquín Pixán y la Fundación Valdés-Salas. Una celebración que representa un gran espectáculo de emoción y solemnidad tal y como ocurrió en la interpretada en la catedral de Oviedo en el 2013, el año en la que el tenor asturiano la grabó junto al gaitero José Ángel Hevia.

Acompañando a Pixán en el templo madrileño estuvieron Mari Luz Cristóbal, los gaiteros Xaime Menéndez y Llorián García Flórez y los cantores del taller 'Lolo Cornellana'. Todos ellos, bajo la batuta del maestro Joaquín Valdeón.

Y es que el paso de los años no afloja el paso. Pero, en plena época de la globalización, cuando la abundancia generalizada cada vez hace más difícil la pervivencia de la historia y del sentimiento de asturianía, la Fundación Valdés-Salas se ha lanzado en defensa de la misa asturiana de gaita, consiguiendo que desde 2014 sea tratada con el reconocimiento de Bien de Interés Cultural.

Y esta querencia es la que ha hecho posible que los Jerónimos fuese testigo de excepción de la misa de gaita interpretada ayer.

La ceremonia fue oficiada por el obispo auxiliar de Madrid, el sierense Juan Antonio Martínez Camino, que estuvo auxiliado en la tarea por varios sacerdotes. Entre ellos, el Padre Ángel, acompañado del prelado de Sigüenza-Guadalajara, Atilano Rodríguez -ambos asturianos- y el párroco de la Parroquia de San Jerónimo El Real, Julián Melero.

Y, en los bancos, no faltaron caras tan conocidas como la del economista Juan Velarde o la del presidente de Industrias Lácteas Asturianas (Ilas), Francisco Rodríguez.

Como colofón a la eucaristía sabatina, Pixán estrenó la canción 'La Santina Minera', en honor a la Virgen de Covadonga, con letra de Antonio Gamoneda y música de Joaquín P. Fuertes, interpretada también por el gaitero Llorián García y el organista Jesús Alonso.