Aarón Zapico recuperará las sinfonías de Vicente Basset con la beca Leonardo

El asturiano Aarón Zapico, director artístico y musical e integrante junto a sus hermanos de Forma Antiqva, contará con 40.000 euros, la máxima concesión de la beca Leonardo (Fundación BBVA), para grabar el primer disco de la integral de las sinfonías de Vicente Basset, violinista y compositor de la segunda mitad del siglo XVIII. Podrá, de este modo, traer al presente la obra de «un autor muy importante en lo que se refiere al patrimonio musical español». Y hace falta, porque según calcula Zapico, «lo que se conoce es entre 10 y el 15%» de este tesoro.

En esta ocasión, Forma Antiqva grabará música conservada en Madrid, pero el director no desaprovecha la oportunidad de llamar la atención sobre «el legado que tenemos en nuestra propia casa y sobre cuya conservación es necesario concienciarse, como en la de cualquier patrimonio». Una riqueza, añade, «que podría situar a Asturias en un escalón superior al que está en lo que a creación cultural se refiere» y sobre la que «es necesario arrojar luz».

De momento, harán lo propio con el trabajo de Basset, ahora disperso en dos colecciones, la de la Biblioteca Nacional (adquirida a un anticuario de Stuttgart) y la Biblioteca Pública Estatal de Suecia. Este «Telemann a la española» dejó doce sinfonías, pero una permanece perdida. Forma Antiqva, con una veintena de músicos, grabará las once que se conservan durante el mes de febrero en el estudio de Colmenar Viejo donde también dan forma a sus trabajos músicos como Joaquín Sabina o Leiva. Estará listo antes del último trimestre del año.

Composiciones con dos siglos de antigüedad que ayudarán a evaluar cómo era la música de ese periodo, porque «es tan poco lo que sabemos que es imposible decir si era buena, mala o regular». Por eso, insiste, hay que intentar que estas iniciativas cuenten también con el apoyo de conservatorios y discográficas para «crear conciencia de que existe un repertorio que hay que recuperar y poner en trascendencia. Porque es igual de importante que conocer el Prerrománico y darle valor», zanja.