«Estoy feliz de dejar cuatro cosines en la Caja de las Letras»
Novecientas personas escucharon el concierto de Víctor Manuel tras entregar su legado, que incluyó tres partituras, una de ellas, 'Asturias'
«Estoy feliz de dejar estes cuatro cosines en la Caja de las Letras», dijo ayer Víctor Manuel, ante las novecientas personas que poblaban el Centro Niemeyer. Todas ellas estaban allí para presenciar el homenaje que le rendía el Instituto Cervantes y que comenzó con el cantautor de Mieres entregando su legado al director de la entidad, Luis García Montero. Un legado diminuto, pero inmenso al mismo tiempo, que incluye la partitura de 'Asturias'. «La misma noche que conocí el poema de Pedro Garfias, escribí la música de la canción, pero después estuvo casi ocho años en el cajón», se reía. Junto a esas notas musicales, dormirán otras en el Cervantes como las de 'Solo pienso en ti', «la canción que más alegrías me ha dado», reconoció. Y es comprensible porque, con ella, dio «visibilidad a la discapacidad», mientras que, con 'Soy un corazón tendido al sol', vivió su «renacimiento» y, por eso, merece quedar dentro de la guarida cultural del Cervantes.
Esa felicidad que da el resurgir también la contienen «otros papelinos» que forman parte de este legado. «Cuando vas acumulando tantos años, pierdes la cuenta de las cosas que tienes en casa», bromeaba, con el recuerdo de aquel día que lo hicieron Hijo Predilecto de Mieres en el Valle de Cuna. «Fue un día precioso y conservo el acta, en el que catorce votaron a favor y tres en contra», se reía, ante un documento que demuestra su amor inabarcable por su tierra y también por el fútbol. «Entrego también la aprobación para entrar al equipo de fútbol del Caudal en juveniles», celebraba. Un éxito, para él, porque «no hay mayor felicidad que un neno corriendo detrás de un balón» y no hay mayor golpe que pasar una noche en comisaría. «Dejo para la Caja de las Letras otra cosa muy curiosa. En los 70 fui a Pamploma a un festival de villancicos y escribí uno expresamente para cantarlo allí. Me detuvieron y me multaron con 150.000 pesetas», rememoraba, antes de aclarar que «después recibí una carta del gobierno civil de Navarra, diciendo que me daban la amnistía», comentaba, ganándose una ovación del público.
Hubo más aplausos. Porque además de palabras, hizo sonar su música para deleite del público. 'La planta 14', 'El hijo del ferroviario', 'El abuelo Vítor' o 'Cómo voy a olvidarte' se escucharon y aplaudieron con gusto hasta poco antes de las nueve de la noche.