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El trovador que cultivó amistades y recitales en Asturias

El trovador que cultivó amistades y recitales en Asturias

Aute participó en la Semana Negra de 2016, un mes antes de sufrir el infarto cerebral que le robó su creatividad

Miguel Rojo

Gijón

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Sábado, 4 de abril 2020, 15:43

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Se ha ido uno de los grandes de la música en España. Luis Eduardo Aute, el trovador que desde los años setenta del siglo pasado se colaba en las radios con su poesía cantada, acaba de fallecer. Desde 2016 luchaba contra las secuelas de un infarto cerebral que le mantuvo dos meses en coma, y su estado de salud estaba desde entonces muy deteriorado.

El autor de temas como 'Al alba' nació en Manila en 1943. Desde 1951 se trasladó a vivir a Madrid con su familia, donde se inició en el mundo de la pintura, exponiendo por primera vez en la capital en 1960. De manera paralela se dedicó a componer canciones para otros artistas, hasta que en 1966 grabó sus primeros temas. Su producción discográfica supera los 30 álbumes con más de 400 canciones. Además, desde 1970 ha compuesto diversas bandos sonora para películas de directores entres los que se encuentran Jaime Chavarri, Luis García Berlanga, Fernando Fernán Gómez, Fernando Méndez-Leite o Antonio Giménez-Rico. También ha participado o dirigido en una veintena de películas y cortometrajes. Artista disciplinar, culto, domador de palabras, de su producción literaria destacan sus poemas, desde aquellos versos de 'La matemática del espejo' (1975) y 'La liturgia del desorden', hasta sus últimos versos, recopilados en poemarios como 'Toda la poesía', de Espasa (2017).

Pero la mayoría de sus versos se transformaban en canciones, dejándonos títulos como 'Sin tu latido', 'Slowly', 'Alevosía', 'Las cuatro y diez', 'Pasaba por aquí', 'Tiro por la culata', 'La belleza'... Cultivó amistades y recitales de todo tipo en Asturias a lo largo de su carrera, con actuaciones destacadas en el Teatro Jovellanos, el Campoamor, el Niemeyer... Jurado del Aula de las Metáforas de Grado, donde también dejó volar su verso en varias ocasiones, compartía amistad también con Fernando Beltrán, que esta misma semana lograba superar al coronavirus en Madrid, donde reside. En Ávilés expuso también su obra artística -pinturas y esculturas-, y ofreció diferentes recitales y actuaciones en encuentros literarios, con mención destacada para la Semana Negra de Gijón, donde estuvo en varias ocasiones. Prestó también su ingenio a las páginas de EL COMERCIO, donde escribió artículos, por ejemplo, con motivo de la concesión del Premio Príncipe a Leonard Cohen y Bob Dylan, dos de sus principales influencias.

Su última visita a Asturias fue en julio de 2016, apenas un mes antes de sufrir en Cuba el accidente cardiovascular que lo dejó postrado y le robó su creatividad, cuando se pasó por última vez por la Semana Negra.

En 2017, el Teatro Filarmónica de Oviedo, como muchos otros teatros del mundo, le rendía homenaje. Allí, con presencia de un nutrido ramillete de músicos asturianos, -entre ellos Héctor Tuya, Los Berrones, Vaudí y Anabel Santiago- se le recordó a través de sus canciones. Desde allí, contaba su amigo Alberto Piquero -que le estará esperando allá donde se reúnen los amantes de la palabra- que al poeta que cantaba 'Aleluya' «quisieron devolverle vía interoceánica tantas rosas en el mar como las que él ha regalado a varias generaciones».

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