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E. C.
GIJÓN.
Lunes, 12 de febrero 2018, 00:23
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«Hoy Gijón se ha despertado muy triste, nos ha dejado prematuramente René de Coupaud... Músico portentoso, pionero, comprometido, referente imprescindible en la producción musical asturiana y, sobre todo, gran persona». El mensaje, escrito por la gente de la escuela Sonidópolis, resumía ayer el sentir del mundo de la música asturiana tras conocer la noticia del fallecimiento en Quintes, a causa de un infarto y a los 65 años, de René de Coupaud, una figura fundamental para decenas de bandas e intérpretes de la región.
Una tristeza que era también incredulidad y rabia por una muerte temprana que llegaba como un mazazo de silencio al Tanatorio de Cabueñes, donde se congregaron decenas de amigos y compañeros para arropar a su familia.
«Hoy la música está de luto. Se llevó a uno de los nuestros, René de Coupaud, maestro de maestros en la música y un gran luchador en la vida. Compartí con él muchas horas de mi vida profesional y me enseñó con su sabiduría, honestidad y humildad que la música era y es nuestra vida y un lenguaje universal. Maestro, descansa en paz», era la despedida de Chus Pedro, vocalista de Nuberu, con quien René de Coupaud grabó varios discos.
«Nos ha dejado de repente, demasiado pronto y muy por sorpresa, René de Coupaud, productor de varios álbumes clave en la carrera de Ilegales. Nadie podrá ocupar su lugar y le echaremos mucho de menos. ¡Gracias por todo y hasta siempre, camarada!», escribía Jorge Martínez en las redes, que se llenaron de recuerdos emocionados y emocionantes. También desde el Conservatorio de Gijón o la orquesta de portátiles de la Escuela Politécnica de Ingeniería quisieron trasladar su más sentido pésame a la familia y los muchísimos amigos de quien fuera fundador de la banda Alcatraz y de los Estudios Norte, más tarde Eolo.
Su sucesor al frente del Taller de Músicos de Gijón, que De Coupaud dirigió con maestría durante un cuarto de siglo, Eduardo G. Salueña, recordaba que «estar junto a él era recibir lecciones de vida continuamente», que «deja un legado muy importante de cómo deben hacerse las cosas» y que su enorme calidad humana hacía que fuese uno de los imprescindibles, de los que siempre tenía «tiempo para los demás». Su funeral tendrá lugar a las cinco de esta tarde en la iglesia parroquial de San Esteban del Mar, en El Natahoyo.
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