«La música es una buena compañera de emociones»
La intérprete gijonesa participa hoy en el estreno de 'Cantarinos de mi Asturias' en el Teatro Jovellanos mientras ensaya 'El Caserío' para la zarzuela de Oviedo
PABLO ANTÓN MARÍN ESTRADA
Viernes, 9 de junio 2023, 01:36
La joven mezzosoprano Serena Pérez (Gijón, 1991) es una de las voces emergentes y con más proyección de la lírica nacional. Esta tarde se subirá ... a las tablas del Jovellanos para actuar junto al Coro de la Fundación Princesa con los solistas Juan Noval-Moro (tenor), María Zapata (soprano) y Jorge Trillo (barítono) en el estreno de la obra 'Cantarinos de mi Asturias', del maestro Fernando Menéndez Viejo, en un concierto de la Sociedad Filarmónica de Gijón que incluye también piezas del 'Capricho español' de Rimsky Kósrsakov y las 'Escenas asturianas' de Benito Laurel. Oviedo Filarmonía, dirigida por Ruben Díez, será la encargada de interpretar este programa enraizado en la música de la región.
Formada en la Academia de la Dutch National Opera de Ámsterdam, la cantante gijonesa lleva una apretada agenda de actuaciones y está feliz de que el azar haya querido que dos de estos proyectos coincidan en su tierra natal. Además del recital de hoy, Pérez estará los próximos 22 y 24 de junio en el reparto de la zarzuela 'El Caserío' en el Campoamor. «La verdad, acostumbrada a tener que desplazarme, es una suerte y me hace mucha ilusión trabajar en casa», afirma, a pesar de las maratonianas jornadas de ensayo en las que ha tenido que repartirse: por las mañanas para preparar la obra de Guridi y las tardes para el estreno en el Jovellanos.
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Bases Se graduó en los Conservatorios Profesionales de Gijón y Oviedo. Completó su formación en Canto en el Conservatorio de Ámsterdam y en la Academia de la Dutch National Opera de la misma ciudad.
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Carrera Debutó en la Ópera de Oviedo como Segunda Dama en 'La Flauta Mágica' (2021) y el pasado año interpretó el rol de Orfeo en 'Orfeo y Eurídice' en el Festival Lirique en Mer (Francia).
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Versátil Galardonada en diferentes certámenes, destaca el del Concurso Internacional de Canto Ciudad de Logroño. Ha interpretado obras sinfónicas de Mozart ('Requiem'), Bach ('Pasión según San Mateo') o Pergolesi ('Stabat Mater').
Especialmente motivada se muestra por la oportunidad que le brindan los 'Cantarinos de mi Asturias' de entonar un repertorio que siente muy cercano: «Me encanta porque me recuerda a lo que yo escuchaba en mi casa. Mi abuelo cantaba mucha tonada asturiana y todas esas melodías me evocan a mi familia, los coros improvisados en las casas y en las sidrerías, que cada vez se hace menos y es una pena». Al respecto, apunta: «Viajando bastante y hablando con gente de diferentes culturas, me he dado cuenta de que en Asturias tenemos una riqueza inmensa porque todo el mundo canta. En casi todas las familias haces una parrillada, cualquier celebración y todo el mundo acaba cantando. En otras comunidades, esa riqueza no la hay». La intérprete reconoce el estímulo que supuso para su vocación por la lírica esa tradición: «Eso me ha influido muchísimo, no a nivel técnico, pero sí de musicalidad, y estoy segura de que yo canto porque en mi casa la tenían».
Por lo que respecta a su carrera artística, no ha dejado de buscar oportunidades desde el momento en que completó su formación y, aunque admite que «es una profesión muy difícil, somos muchos y hay que tener mucha perserverancia», cree firmemente que «trabajo atrae trabajo y de un proyecto salen otros». Recuerda con particular afecto su papel de Orfeo en la ópera de Gluck: «Lo hice en Francia el año pasado. Me llamaron para una sustitución y me lo tuve que preparar en diez días, un reto muy intenso». Apenas duda cuando se le pregunta que es para ella la música: «Mi trabajo y, vitalmente, una buena compañera de emociones. Ayuda la gente a canalizarlas, por eso es importante».
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