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René de Coupaud retratado en 2016 en las instalaciones del Taller de Músicos. PALOMA UCHA
Música para recordar a René de Coupaud, el músico total

Música para recordar a René de Coupaud, el músico total

Fallecido el pasado mes de febrero, fue instrumentista, arreglista, compositor, director musical, productor y gestor a través del Taller de Músicos de Gijón

M. F. ANTUÑA

GIJÓN.

Jueves, 19 de julio 2018, 00:23

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Era un tipo simpático, afable, querido, admirado. No escatimaba sonrisas y derrochaba talento. Difícil es encontrar una voz discordante en la música asturiana a la hora de hablar de René de Coupaud, que murió el pasado mes de febrero a los 65 años a causa de un infarto. Era el segundo; al primero le dio esquinazo 27 años atrás.

Su nombre delata los orígenes de un asturiano de padre francés nacido en Madrid en 1952 pero que llegó a Gijón con apenas nueve años. Formado en Oviedo como pianista, su tarea como músico, arreglista, productor, compositor o director musical, al frente de estudios de grabación y como gestor en el Taller de Músicos, le convirtió en un personaje absolutamente fundamental en la historia de la música asturiana.

De formación clásica, estaba llamado a continuar por esos territorios, pero no pudo hacerse con el premio extraordinario del conservatorio, se quedó sin beca para continuar sus estudios en Madrid y con 17 añitos se vistió de lamé en el Belle Nuit, una güisquería de la calle Linares Rivas. Corría el año 1969 y sentado ante un enorme piano de cola interpretaba boleros y chachachás. Cuarenta noches después, llegó la oportunidad de convertirse en pianista de la orquesta Scherazade y llegó también el piano eléctrico Fender Rhodes. Costaba más de 90.000 pesetas, un dineral que pagó a plazos en David Pianos, en la calle San Bernardo de Gijón. El suyo fue el tercero que se vendió en España. Montó un grupo y siguió tocando hasta que en 1973 Danny Daniel le contrató como pianista. Viajó muchísimo; se unió a la troupe de Donna Hightower, después a Alcatraz y en 1977 comenzó a acompañar Albert Hammond, cuando estaba en lo más alto con 'Échame a mí la culpa'. Camilo Sesto fue otro nombre destacado en su trayectoria profesional. Con él giró por México, Chile, Argentina, Ecuador... De vuelta a España le encargó arreglos para su álbum 'Sentimientos'. 'El amor de mi vida', un auténtico bombazo aún hoy en la memoria colectiva, forma parte de ese disco y de su trabajo. Todo iba viento en popa en lo profesional, estaba en la cresta de la ola, pero en lo personal la familia estaba lejos, en Gijón, más tiempo en la foto de la cartera que en la realidad. Un día se dio cuenta de que su hijo veía más a su abuelo que él y frenó en seco. Por muchos arreglos que le pidieran nombres destacados de la música del momento como Ángela Carrasco o José Vélez, eligió a su mujer y a sus hijos. Y de girar por el mundo pasó a ocupar el puesto de organista en San Juan el Real. Dieciséis años se pasó tocando en misa sábados, domingos y fiestas de guardar. «Quedé santificado», solía bromear.

Pero la cosa no se quedó ahí. Junto a Pedro Bastarrica montó en 1981 Estudios Norte. Eran tiempos de efervescencia musical. Ilegales, Los Locos, Fuera de Serie, Los Suaves, Manolo Quirós, Xentiquina, Llan de Cubel pasaron por sus manos. Ejercía René de arreglista, de director musical, de productor, de compositor. No paraba. Y tanto trabajó le pasó factura. Tras diez años de éxitos en el estudio sufrió un infarto y su vida dio una nuevo giro de guion. Dejó el tabaco y el café y se puso a estudiar para hacerse con la plaza convocada para dirigir el Taller de Músicos de Gijón. En noviembre de 1991 iniciaba una nueva etapa como gestor cultural que iba a durar más de veinticinco años. El apoyo a los músicos, propiciar que se conocieran unos a otros y la difusión a través de diferentes programas fue su legado. Acababa de jubilarse cuando el segundo infarto no perdonó.

Este viernes se le recordará en Gijón en un concierto que cuenta con el apoyo del Aula de Cultura del diario EL COMERCIO. Será a las ocho de la tarde, en el Centro de Cultura Antiguo Instituto (20 horas). Isaac Turienzo, Xel Pereda y Andreas Prittwitz Looking Back Trio se encargarán de ponerle banda sonora a su recuerdo.

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