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Phil Campbell es uno de los integrantes de The Campbell Bothers. E. C.
«La música es sanadora»

«La música es sanadora»

Phil Campbell abre el viernes junto a sus hermanos el festival de góspel de Gijón: «El público español se lo pasa muy bien en nuestros conciertos»

MIGUEL ROJO

Martes, 10 de diciembre 2019, 00:12

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El viernes vuelve el góspel a Gijón. Es ya un clásico que anuncia la Navidad sobre las tablas del Teatro Jovellanos con ritmo a flor de piel y las voces desatadas. Los primeros en subirse al escenario serán The Campbell Brothers (viernes, 20.30 horas, 20 y 25 euros). Phil Campbell desvela los secretos que alimentan sus días de iglesia y sus noches de éxitos.

-¿Se consideran una banda o son algo más que eso?

-El góspel es la raíz de nuestra música. Más concretamente, la tradición pentecostal o santificada. En cualquier caso, los Campbell Brothers practicamos un estilo de góspel único porque somos herederos de los diversos géneros afroamericanos como el blues, el jazz, el negro espiritual y los llamados fields hollers, o gritos del campo, relacionados con las canciones de trabajo. Desde la música de los esclavos hasta el sonido del góspel contemporáneo, los Campbell Brothers estamos familiarizados con todos estos estilos y trasladamos esa experiencia a los escenarios para el disfrute del público. Realmente sí somos algo más que una banda de góspel.

-¿Es muy diferente para ustedes actuar en una iglesia a hacerlo en un teatro?

-Sí. En la iglesia la congregación viene a adorar a Dios en una experiencia compartida con otros creyentes. Hay una actitud participativa en la audiencia, tanto en las canciones como en la misa. En un teatro o en un festival, la audiencia viene a escuchar al artista. Por eso mismo pueden ser reticentes a dejarse arrastrar por temor a distraer al artista o, simplemente, porque tan solo quieren pasar un buen rato. Sin embargo, nuestra experiencia es que el público español se lo ha pasado tan bien en nuestros conciertos que ya desde el principio se comporta como una congregación. Es fantástico verlo y vivirlo.

-¿Advierten diferencias entre el público estadounidense y el europeo?

-Los públicos europeos, en general, son más respetuosos con el artista y muestran su aprobación de una forma más contenida, pero esa observación queda limitada al principio de nuestros espectáculos. Como decía antes, a medida que el concierto va avanzando las diferencias entre el público americano y el europeo desaparecen, porque perciben que a los Campbell Brothers no nos distraen los aplausos ni los cánticos ni el baile. Más bien esas manifestaciones nos retroalimentan para dar mejores actuaciones.

-El uso de 'steel guitars' y el 'wah-wah pedal' es marca de la casa. ¿Por qué decidieron utilizarlos?

-La 'steel guitar' fue el instrumento solista en las misas pentecostales de la iglesia de nuestro padre, el obispo Charles Campbell de la Casa de Dios en Rochester, New York. La tradición de la 'steel guitar' la inició Willie Eason en los años 30 del siglo pasado. Desarrolló un estilo de tocar el instrumento que imitaba las voces que oía en las misas. Un gran intérprete de 'steel' puede tocar la melodía de una canción de tal modo que parece que alguien la está cantando. Y los Campbell Brothers tenemos no solo uno sino dos grandes guitarristas de 'steel'. Un ejemplo perfecto de lo que acabo de decir es nuestra versión del 'A Change is Gonna Come' (Tiene que llegar un cambio) de Sam Cooke. En contraste con otros géneros musicales que usan el 'pedal wah wah' como un efecto rítmico o para destacar a la guitarra de la banda, nosotros lo empleamos para aumentar la expresividad y la emoción del instrumento.

-¿Qué mensaje quieren lanzar con sus temas?

-Las canciones de los Campbell Brothers transmiten esperanza, amor, fe y alegría. Comprendemos en su totalidad que muchas experiencias de la vida son dolorosas, complejas, incluso depresivas, pero también creemos que podemos vencer esas circunstancias con una actitud espiritual positiva y valiente. Nuestra música pretende elevar espiritualmente a las audiencias para pasar la tristeza del presente y para creer y saber que hay un mañana mejor si no nos rendimos.

-¿Cómo se sienten en escena? ¿Tienen la sensación de estar más cerca de Dios cuando tocan?

-En primer lugar, hay un sentimiento de gratitud, porque poder compartir nuestra música con públicos de todo el mundo y tocar esa música con mis hermanos en el escenario es una bendición. Segundo, las mismas canciones transmiten sentimientos intensos porque hablan de cosas que te aproximan al público en general, pero que también tocan a la gente en su experiencia personal ¿Si nos sentimos más cerca de Dios? Lo diría de este modo: los mejores conciertos son aquellos en los que literalmente tocamos a Dios en el escenario. El público puede sentir cómo cambia la energía en el patio de butacas

-¿Creen en el poder sanador de la música?

-Absolutamente. La música es sanadora. Lo hemos visto. Después de muchos conciertos hay gente que viene a compartir con nosotros sus historias de enfermedades y circunstancias difíciles, que nos dice que están mucho mejor que cuando entraron. Éste es el mayor cumplido que nos pueden hacer.

-El mundo ha cambiado desde que empezaron. ¿Vivimos en un mundo mejor o peor ahora?

-Peor. Las relaciones entre las naciones y entre los pueblos para cooperar y trabajar por un mundo mejor no pasan por su mejor momento. Desgraciadamente, muchos han llegado a creer la falsa premisa de que si alguien no está de acuerdo en cómo se dirige su país ese alguien es un enemigo. El ideario xenófobo nos divide y hace insostenible solucionar los problemas. Hemos perdido tiempo y recursos que podrían haber contribuido a resolver los problemas en vez de dejarlos de lado por ignorancia o codicia.

-¿Qué cambiarían ustedes para hacerlo mejor?

-Hay que empezar por comprender que tenemos el poder colectivo para cambiar el mundo. La única palabra transformadora es la palabra colectiva. Hay poderosos intereses que dominan y dirigen las políticas y los programas, y que no sirven los intereses de las grandes mayorías, pero si resistimos unidos y hacemos saber que no apoyaremos ni toleraremos las ofensas de los que mandan, podemos hacer que las cosas cambien. Mi esperanza es que América estará en la vanguardia de ese cambio en un futuro próximo. 'A change is gonna come'.

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