«Parece que la gente ha aprendido y ya no graba con el móvil canciones enteras»

Robe Iniesta (Plasencia, 1962) lleva toda una vida sobre los escenarios. Primero al frente de Dosis Letal (1983), luego de Extremoduro (1987) y, desde 2019, simple y llanamente como Robe. En solitario, aunque con una buena banda de músicos, ha publicado cuatro discos. El último, en 2023: 'Se nos lleva el aire'. Con su gira 'Ni santos ni inocentes' vuelve al Gijón Life, este viernes, a las 22.30 horas, en el Parque de los Hermanos Castro.

–¿Qué recuerdos guarda de Asturias?

–Tengo el recuerdo de muy buenos conciertos, tanto con Extremoduro como con Robe. Espero que este sea igual o mejor.

–En el último disco habla de catástrofes y de esperanzas que van quedando en la vida. ¿Con qué prefiere quedarse?

–En todo lo malo siempre hay algo bueno que se puede sacar y de lo que uno aprende, pero hay que intentar siempre quedarse con las mejores cosas que te da la vida.

–Cuando empezó su andadura no había móviles y la gente solo disfrutaba en los directos, ¿deberíamos volver a aquello?

–Creo que todos los productos hay que saber usarlos y que lo mejor de un concierto es vivir la esencia. No está mal grabar algún recuerdo, pero no me gusta la gente que se pasa grabando todo el directo y no deja disfrutar a los de atrás. También creo que la gente ha aprendido y parece que ya no hay el mismo empeño en grabar canciones enteras. Cuando lo veo pienso: ¿para qué?

–Tras cuatro discos en solitario, ¿qué balance hace a día de hoy?

–El balance es bueno en general. Los dos primeros discos son diferentes porque aún no teníamos a nuestro guitarrista y estábamos buscando nuestro sonido. En realidad seguimos buscándolo, no dejamos de probar cosas nuevas, pero los dos últimos son más reconocibles. Ahora tenemos un repertorio grande y los dúos de violín-guitarra y violín-clarinete le dan mucha riqueza.

–¿Algún proyecto en mente?

–Ahora mismo no. Estamos metidos de lleno en la gira y vamos a vivirla a tope.

–¿Veremos el viernes un directo igual a otro?

–No. Nunca hay un concierto igual. La frase más repetida en los ensayos era: «¿Ésta cómo no la vamos a tocar?», así que cada vez hacemos una selección. Cantamos por supuesto alguna de Extremoduro porque en el concierto toman sentido, pero a nosotros nos gustan más las nuevas, claro.

–El nombre de la gira es una clara referencia a la genial novela de Delibes. ¿Qué razón esconde?

–La mayoría de gente no se ha enterado ni se lo pregunta tampoco, sobre todo la joven, pero es una referencia, claro, a una gran novela y a una película también espectacular.

–En 'Viajando por el interior' hay también referencias a 'La Odisea', ¿cómo surgen?

–Yo no la elegí, me eligió ella a mí. Al escribir sale solo pero luego al revisar la letra uno analiza y comprende más cosas. Supongo que pudo influirme una frase que leí en el libro 'El Huerto de Emerson', de Luis Landero, que decía: «Cada cual es Ulises en busca de sí mismo».

–La literatura es fuente de inspiración a la hora de componer.

–Por supuesto. Leer literatura e historia te ayuda siempre, por un lado, a expresarte mejor y, por otro, a abrir la imaginación. Hoy en día la gente no lee apenas porque todo va muy rápido y hay poca paciencia, pero el acto de la lectura es lo que nos queda para imaginarnos la vida sin todo masticado como nos llega por vídeos, películas, series y demás contenidos.

–¿Qué pervive aún de Extremoduro y Plasencia en el Robe de 2024?

–Supongo que queda la esencia. Todos los de la banda ahora somos extremeños, pero hay que probar siempre cosas nuevas.