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El segundo elenco

RAMÓN AVELLO

CRÍTICA DE 'L'ELISIR D'AMORE'

Domingo, 19 de noviembre 2017, 04:46

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Viernes Ópera' es el nombre que reciben las funciones fuera de abono, generalmente la cuarta representación, de la Temporada de Ópera de Oviedo. Esta función cumple una triple finalidad. Por una parte, ofrecer una oportunidad a otras voces, generalmente más jóvenes y en el inicio de sus carreras. Por otra, atraer, mediante entradas más baratas, a un nuevo público. Y la tercera, común a todas las representaciones, hacer disfrutar al aficionado veterano con una función más rodada y generalmente más desenvuelta que la primera de abono. Estas tres finalidades se cumplieron con creces en la representación el viernes del 'L'elisir d'amore'. Variedad en los espectadores, con personas de todas las edades, que abarrotaban el Campoamor. Un público más espontáneo, que aplaudió con generosidad prácticamente en todas las escenas. La homogeneidad y el buen hacer en los concertantes, la soltura escénica y la entrega vocal fueron rasgos constantes en este nuevo elenco.

El barítono Michael Borth, como Belcore, el sargento un tanto presuntuoso de la obra, fue la primera sorpresa de la noche. Y, más que por el papel de bufo, por su voz bien timbrada potente y expresiva de barítono. Ya en su aria de presentación, 'Come Paridi vezzoso', manifestó una sonoridad redonda, matizada con gusto. Pablo López recreó un Dulcamara de voz rotunda, algo alejado de los patrones de bajo bufo que se apoyan en la agilidad en la dicción y en la comicidad como actor, para centrarse en un Dulcamara seguro, simpático, pero también con una voz contundente de gran bajo barítono. Por una afección de garganta, Marc Sala no pudo representar el papel de Nemorino. Le sustituyó a última hora, y sin tiempo para un ensayo completo, el tenor cordobés Pablo García-López. Pese a las circunstancias, interpretó un Nemorino de una exquisita naturalidad. Un color delicadamente lírico y un canto exquisitamente matizado, pero un poco corto de volumen. Finalmente, Sara Blanch fue una Adina encantadora, de una atractiva presencia en escena y una voz de soprano lírica atractiva y segura. Sin duda, el futuro es suyo.

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