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Las 'Sombras' de Sara Baras, en Oviedo

La bailaora presenta 'Sombras' ante un público entregado que agradeció su arte a base de ovaciones

marián pidal

Sábado, 21 de abril 2018, 00:16

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Veinte años lleva ya girando el Ballet Flamenco Sara Baras y ayer lo festejó en el Teatro Campoamor de Oviedo con un espectáculo titulado 'Sombras' que encandiló al público que llenó el coliseo ovetense. Un programa que gira en torno a uno de los palos del flamenco que ha marcado la carrera de esta bailaora: La Farruca. En sus propias palabras «La Farruca es razón sin entendimiento y es cordura en esta inmensa locura de dejarse de dejarse el alma en cada golpe de tacón».

Siempre ha ido con ella y ayer en el Campoamor dejó prueba de ello con un programa en el que planteó un recorrido por lo que ha sido su trayectoria profesional. Un camino en el que saltó de la farruca a la bulería, pasando por la seguidilla o las alegrías.

El espectáculo que ofreció en Oviedo Sara Baras y con el que convenció al público asistente dejó ver a una bailaora madura, confiada, más suelta que antaño. Una artista capaz de encandilar a los asistentes solo con su arte, sin recurrir a artificios. El vestuario no se aleja de sus cánones tradicionales ni tampoco lo hace la estructura del espectáculo, que conjunga sus momentos de soledad sobre el escenario con la compañia de su magnífico cuerpo de baile.

Donde sí se vió un cambio notable respecto a espectáculos anteriores fue en el juego de luces con el que acompañaban el baile, que llamó mucho la atención. Un juego de recursos técnicos en los que la escenografía, que está firmada por el pintor-garabatista malagueño Andrés Mérida, juega un papel importantísimo, aportando color, texturas y una nueva distribución del espacio escénico.

La música, que se nutre de ritmos flamencos y de cadencias de otras culturas, está creada por Keko Baldomero, talentoso guitarrista gaditano que también es el director musical de la compañía, y cuenta con las colaboraciones especiales del saxofonista Tim Ries y del violinista Ara Malikian.

Todo para firmar un nuevo éxito de una bailaora a la que los veinte años al frente de su compañía no solo no le pesan sino que parecen hacerla más grácil y segura. Un espectáculo de bandera que el público agradeció con ovaciones continuas.

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