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María Peña Coto, en su taller. OMAR ANTUÑA
«Mi obra es un mensaje abierto a la reflexión»

«Mi obra es un mensaje abierto a la reflexión»

María Peña Coto, artista ·

La creadora ovetense culmina su último trabajo en Asturias para irse a París en un proyecto de emprendimiento cooperativo y artístico

P. A. MARÍN ESTRADA

Domingo, 25 de agosto 2019, 01:00

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María Peña Coto (Oviedo, 1989) trabaja en su estudio de Avilés dando forma final a su último proyecto artístico, una reflexión sobre la relación de las personas con el medio natural y animal emprendida durante el año que lleva instalada en «su base» asturiana y prepara ya las maletas para irse en setiembre a París embarcada en un nuevo proyecto creativo y profesional. Licenciada en Bellas Artes por la Complutense y Premio Asturias Joven de Artes Plásticas en 2017, su vinculación con la tierra natal ha sido tan fiel y constante como su anhelo vital de conocer otros lugares, otras gentes y otras culturas. Brasil, Indonesia, Haití o China son algunos de los destinos a donde le ha llevado esa necesidad «de ir y ver cosas nuevas, implicándome con la gente, no por viajar superficialmente», explica. Arte y vida, creación e inquietud social, son para esta creadora ovetense las dos caras de la misma moneda.

«Pintar es algo que hice desde pequeña. Mi verdadera motivación artística la encontré mucho más tarde, mientras estudiaba la carrera. No encontraba un motivo para seguir creando. Surgió la ocasión de colaborar en un proyecto social en La Cañada Real y allí trabajé con los niños en la calle haciendo grafitis: eso me sirvió para trasladarlo a mi obra. Por primera vez había un vínculo directo entre mis preocupaciones sociales y mi labor artística. Desde entonces no he dejado esa línea», relata ahora.

Sin cuestionar las múltiples posibilidades y respuestas que busca el arte contemporáneo, Peña Coto entiende el suyo como «un mensaje abierto a la reflexión y a ver las cosas desde otra perspectiva».

Comenzó a entenderlo así en La Cañada Real e iría ampliando su propia perspectiva trabajando en proyectos similares en las favelas de Sao Paulo o de desarrollo comunitario con mujeres de Haití: «Son contextos muy creativos y generosos. En cuanto entras en su círculo de confianza te lo dan todo y, a nivel artístico, me ha liberado mucho por la receptividad de la gente a cualquier propuesta». Ello le ha permitido experimentar en su obra «sin las presiones de un marco formal» y valorar la actitud de quienes en situaciones duras hallan en el arte o la música una forma de reafirmarse en la vida: «Su pensamiento es 'las cosas van mal, pero nosotros seguimos viviendo', lo opuesto a aquí donde se dice: 'Como hay crisis vamos a dejar de vivir'».

En Italia tuvo la oportunidad de escuchar las historias de las mujeres migrantes y refugiadas («No es solo insensibilidad hacia estas personas, hay gente que no las ve como tales») y en China de realizar una perfomance en La Gran Muralla sobre las barreras de género, otra de sus constantes en su obra.

Mientras prepara el cambio de base a París, sin cerrar su estudio, es crítica con la política de cultura en Asturias: «He visto el trabajo de la Factoría Cultural de Avilés y creo que se debería apoyar este tipo de proyectos en lugar de otros que tienen más de políticos que culturales. Quienes crean hoy aquí se acabarán yendo por falta de oportunidades».

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