De izquierda a derecha y de arriba a abajo: Carlos López Otín, Rodrigo Cuevas, Álvaro Alonso, Laura Fuertes, Ladis García y Eduardo Sánchez. E. C.
Premios EL COMERCIO

Un aplauso cerrado al talento y el esfuerzo

EL COMERCIO premia este año la excelencia de Carlos López Otín, Rodrigo Cuevas, Laura Fuertes, la Fidma, el Teléfono de la Esperanza y Compromiso Asturias XXI

Aida Collado

Gijón

Domingo, 14 de julio 2024, 02:00

Son aquellos que destacan por sus logros, por su talento y trayectoria. Quienes hacen que Asturias se lance a un futuro más prometedor y, en definitiva, quienes nos hacen mejores como sociedad. La redacción del diario EL COMERCIO ha decidido conceder sus galardones anuales a seis figuras superlativas de la realidad del Principado, que suman cada uno en lo suyo razones más que de sobra para recibir el sentido aplauso del decano de la prensa asturiana. Carlos López Otín, Rodrigo Cuevas, Laura Fuertes, la Feria Internacional de Muestras de Asturias, el Teléfono de la Esperanza y Compromiso Asturias XXI compartirán el escenario del Teatro Jovellanos el próximo 26 de septiembre para unirse a un palmarés que preserva lo mejor del Principado.

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El premio de Ciencia es para Carlos López Otín (Sabiñánigo, 1958), por su tenacidad y sus destacados avances en la investigación de enfermedades como el cáncer, las enfermedades hereditarias o la artritis. Por haber puesto Asturias en el mapa científico internacional y llevar al departamento de Bioquímica de la Universidad de Oviedo a sus más altas cotas, desde la humildad de quien coloca su nombre siempre por detrás del de sus equipos. Pero, también y más allá de su labor incontestable y valía profesional, por su talante divulgador y por haber acercado con sus libros todo lo complejo del mundo a sus lectores.

Igual de indiscutible es la concesión del premio de Cultura a un artista cuya figura no para de crecer dentro y fuera de nuestras fronteras. Rodrigo Cuevas (Oviedo, 1985) ha revolucionado el panorama cultural de la región, con su personal punto de vista sobre la tradición asturiana, llevando a cabo una recuperación y revisión sin precedentes del folclore asturiano, que hoy se escucha más, mejor y más lejos gracias a él. La proyección internacional de Cuevas, que ha sido definido como el Freddy Mercury asturiano, merece capítulo aparte, así como su ejercicio de conocimiento y reconocimiento de otras culturas del mundo a las que, a la vez, contagia con la nuestra. Una evolución digna de aplauso de aquel amante del cabaré hoy Premio Nacional de las Músicas Actuales que pisaba con garbo en madreñes los escenarios de la región al ritmu de Verdiciu. Que ha sabido elevar su faceta de artista multidisciplinar, compositor, acordeonista, percusionista y cantante, sin perder la frescura irreverente que le alzó, sin renunciar a su reconocible esencia ni tomarse demasiado en serio.

Llega el Premio EL COMERCIO de Deportes de este año a reconocer el trabajo incansable de la joven boxeadora Laura Fuertes (Gijón, 2000), pionera en el país uniendo su nombre al de este deporte tradicionalmente masculino. Es la única española que ha logrado ganar una medalla en un mundial amateur y que se ha clasificado para unos Juegos Olímpicos. Personifica, pues, a la perfección los valores de una mujer fuerte y disciplinada, que pese a haberse iniciado en el boxeo de adolescente hoy ya es historia viva de este deporte en España. Y lo que le queda.

Hay veces que no son los logros de una persona, sino de muchas unidas bajo un mismo fin, los que merecen el aplauso de la sociedad. Es el caso de la Feria Internacional de Muestras, que obtiene el mayor reconocimiento de este diario en la categoría de Iniciativa empresarial el año de su centenario. Lo hace por ser, edición tras edición, un referente, el rincón al que volver cada verano para ser testigo y participar del impulso a la economía de la región. Por el esfuerzo de la Cámara de Comercio por ofertar contenido vanguardista sin perder de vista la tradición y por dar a los asturianos la oportunidad de disfrutar de las propuestas más innovadoras y del éxito de los clásicos, en un espacio que también reserva sitio a la diversión y la solidaridad.

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Un trabajo de equipo para quitarse el sombrero es también el del Teléfono de la Esperanza de Asturias, premio de Acción social. En un tiempo en el que todos hemos acabado por adquirir conciencia sobre la necesidad de atender la salud mental y de articular mecanismos de rescate cuando los de prevención fallan, el Teléfono de la Esperanza continúa desarrollando una labor no siempre valorada en su justa medida que garantiza a los asturianos que siempre habrá alguien en línea dispuesto a escucharlos, no solo para intervenir en crisis, sino también para articular cursos y talleres, para promover la salud emocional, para atender los casos graves de soledad y para exigir la puesta en marcha de un plan nacional de prevención del suicidio. Todo lo que haga falta para transmitir que «cuando hay esperanza, todos los problemas son relativos».

Compromiso Asturias XXI cierra la lista de premiados de este año: una iniciativa de la sociedad civil, independiente, sin ánimo de lucro, y al margen de la política, que busca el interés y el progreso de Asturias para hacer de ella un lugar cada vez mejor para vivir. Recibe el galardón de Proyección de Asturias por su insistencia en que sus socios no pierdan el arraigo con Asturias y reviertan a través de conocimiento, inversión económica o imagen de marca lo que esta tierra les ha dado. En definitiva, les pide que lleven Asturias por bandera. Como hace cada uno de nuestros premiados.

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