Borrar
Salman Rushdie pasea por las calles de Bilbao durante una visita a la ciudad en 2007. FERNANDO GÓMEZ
Salman Rushdie, elogio de la libertad y el humor

Salman Rushdie, elogio de la libertad y el humor

El escritor jamás perdió la sonrisa durante los diez años que vivió oculto y en su literatura no hay resentimiento sino pasión por vivir

CÉSAR COCA

Domingo, 14 de agosto 2022, 20:25

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Salman Rushdie hizo un importante ejercicio simbólico de libertad en la adolescencia. Estaba en Londres, adonde lo había enviado su familia a estudiar tras pasar la infancia en India. Una tarde paseaba por Oxford Street y vio un puesto donde vendían bocadillos de jamón. Pensó entonces que la religión en la que había sido educado siquiera de forma relajada le prohibía probar uno de esos bocados que sus compañeros de clase comían con naturalidad. Pero decidió correr el riesgo: podía suceder que nada más tocar el jamón con sus labios cayera fulminado por un rayo o que no pasara nada. Desde entonces, como contaba en 'Joseph Anton', miró a las religiones, sus prohibiciones y tabúes, de otra manera. Aprendió a ejercer la libertad.

'Joseph Anton' es un libro de memorias que no tenía intención de escribir. Pero, como explicó en una entrevista a este periódico, su vida tuvo «algunos episodios interesantes» y creyó conveniente contarlos. Joseph Anton es el nombre que usó durante los diez años que vivió oculto para esquivar la fatua de Jomeini. Joseph por Conrad y Anton por Chéjov. En ese volumen narra mil anécdotas de esos años en que cambió de casa una media de dos veces al mes para evitar ser localizado por los radicales. Habla de chapuzas increíbles del servicio de seguridad que el Gobierno británico le asignó, y sobre todo de cómo se obligó a sí mismo a no perder la esperanza ni el humor, a seguir viviendo y amando. Y a escribir, porque «si no puedes contar tu historia es como si no existieras».

Los seguidores de la fatua estuvieron a punto de alcanzarlo varias veces, pero no lo lograron. En cambio, atacaron a editores, traductores y libreros que tenían la osadía de sacar a la luz 'Los versos satánicos' que le costaron la condena. Por eso cundió el miedo. Incluso llegó a Estocolmo, a la sede de la Academia sueca.

Un Rushdie todavía bajo la amenaza fue invitado a una reunión con los académicos, que cada año escogen quién ganará el Nobel. La sala donde tuvo lugar el encuentro fue dotada con cristales antibalas (las ventanas dan a una calle muy estrecha y enfrente hay viviendas) y el acto tuvo un aire de clandestinidad que no gustó a algunos académicos. Varios de estos han contado que, más tarde, cuando se estudió darle el Nobel para reforzar así la apuesta de la Academia sueca por la libertad -sin contar con que la gran calidad de su obra ya lo justificaba-, se levantaron varias voces temerosas. Ese premio podía desatar la ira del islamismo radical contra los académicos, decían. Se descartó galardonarlo y algunos miembros del jurado se retiraron murmurando algo sobre cobardía y no volvieron a ninguna reunión más.

'Realismo mágico indio'

Mientras, el amenazado escribía. 'Hijos de la medianoche', que le supuso un doble Booker, era un dechado de fantasía con una de las escenas más divertidas e ingeniosas de la historia de la literatura del sigo XX: aquella en la que el abuelo del protagonista, médico, va descubriendo el cuerpo de quien luego será su esposa a través de los agujeros de una sábana por los que asoma en cada visita la parte dolorida de la chica. 'Los versos satánicos', lejos de ser un libro de tesis es una novela con una finísima ironía.

En 'Joseph Anton' narra que se cambiaba de casa dos veces al mes y las chapuzas de su servicio de seguridad

'La encantadora de Florencia', ya posterior a la fatua, es una reivindicación del amor, el ingenio, la diversidad y, sobre todo, la libertad. 'Shalimar el payaso' combina un intenso lirismo y violencia. Y 'Dos años, ocho meses y veintiocho noches' es un cuento surrealista, lleno de guiños a la cultura contemporánea, que desata carcajadas.

Su literatura ha sido calificada de 'realismo mágico indio'. No es una aproximación desencaminada. La cultura hispánica siempre ha sido una fuente de inspiración para él -sentía una enorme admiración por García Márquez- y la filosofía narrativa que impregna sus obras es la misma de la que partió el 'boom': contar historias reales que en otro contexto cultural parecen fantásticas. Así, contaba que una escena de una de sus novelas en la que hay un accidente de tráfico en cadena en una ciudad porque los conductores se distraen al admirar la belleza de una muchacha que pasea por la calle no era el invento de un literato febril. Él mismo había visto cómo sucedía, y la joven era la modelo Ladma Pakshmi, su esposa en esa época.

La familia del escritor, «muy aliviada» por su mejora

I. ESTEBAN

«Estamos muy aliviados por que le hayan quitado el respidor», dijo este domingo el hijo de Salman Rushdie, Zafar. «Mantiene intacto su humor peleón e insolente», agregó poco después de que la familia del escritor, apuñalado el viernes por un fundamentalista islámico al inicio de un acto literario en el Estado de Nueva York, estuviera con él, ya desentubado, y comprobara que había recuperado el habla.

Rushdie ha iniciado el «camino de recuperación», incidió su agente literario, Andrew Wylie, uno de los más poderosos del negocio editorial. «Las heridas son severas y la recuperación podría ser larga, pero su estado se encamina en la dirección correcta», añadió.

El acusado por el ataque, Hadi Matar, se ha declarado inocente ('no culpable', según la ley estadounidense) y ha ingresado en presión. Los apoyos al escritor y las muestras de condena al atentado no han cesado desde que saltó la noticia. Una de las primeras en manifestar su repulsa fue J. K. Rowling, la autora de la serie de 'Harry Potter', que ha recibido una amenaza de un usuario de Twitter identificado en su perfil como estudiante y activista político de Karachi, Pakistán. «No te preocupes, tú eres la próxima», escribió en esa red social. Scotland Yard ha anunciado que está investigando el caso.

Aunque el Gobierno de Irán, emisor de la condena de muerte o fatua sobre Rushdie, guarda silencio sobre el ataque, los medios de comunicación del país siguen pronunciándose. Según el diario ultraconservador 'Javan', el atentado pudo deberse a una estrategia de Estados Unidos para propagar la islamofobia en el mundo». Por contra, para el gubernamental 'Kayhan' el ataque demuestra que «no es difícil vengarse de criminales en suelo estadounidense».

El filósofo francés Bernard-Henry Lévy pidió este domingo en las páginas del 'Journal du Dimanche' el Premio Nobel para Rushdie: «No imagino a un escritor que tenga hoy la presunción de merecerlo más que él». La lista con los cinco finalistas, que se mantiene en secreto, está ya escrita desde mayo. Uno de ellos podría ser Rushdie, eterno candidato.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios