Sara Muñiz, compositora: «Esta obra ha salido desde la víscera y la entrega»

En el proceso de composición, la música apunta que «fui poca ortodoxa, no quise trabajar con las imágenes, pero sí me puse a reflexionar y a habitar el espacio histórico de guerra, a cómo nos relacionamos con él desde el presente. Y lo que más me interesaba es qué pasa cuando estamos en guerra, ni siquiera hay una narrativa, es lo inefable del horror. La guerra solo se puede habitar pero no narrar ni nombrar, no hay una linea discursiva. Quería trabajar desde ahí». En ese sentido explica que el tema inicial de la película, 'Sinfonía para una ciudad en guerra', muestra «la relación nostálgica, emotiva que tenemos hoy respecto a esos hechos, por eso es una pieza neoclásica, narrativa, un lenguaje clásico-contemporáneo con desarrollo orquestal». Los siguientes temas: 'Cervera', 'La toma del cuartel' y 'Retaguardia' nos situarían, señala Muñiz, en el momento en que la guerra está sucediendo: «Me interesaba el ejercicio de cómo bordear el acantilado, ir a la grieta de lo infefable. La composición fue a modo de collage, registros de instrumentos de viento interpretados y grabados a ciegas, sin que los ejecutantes supieran qué iba a hacer», desvela.

Respecto a la relación con Bande en el proceso, la compositora apunta que «fue muy bonito, me dejó total libertad. Cuando le pregunté qué es lo que buscaba, me dijo 'Tu música'. La contestación perfecta para saber que tenía que hacer lo que yo quisiera y, me pidiese el cuerpo, dejarme llevar, como trabajo siempre. Desde esa confianza, sin hablarlo, Ramón ya sabía que yo no estaba viendo las imágenes, no lo necesitaba. Con ponerme en ese espacio emocional, sabíamos que iba a salir esa música». Igual de especial fue la colaboración con Nacho Vegas en 'Brigadas de choque', una partitura inédita rescatada por el cineasta: «Es un himno de guerra de libro, escrito para que se cante así, pero teníamos claro que si hiciésemos un himno revolucionario hoy, o tenemos en cuenta los cuidados, el sostén, el amor, no solo lo testosterónico y guerrero, o no tendría sentido. Quisimos traerlo al presente y sin cambiar una nota, hacer un himno con esos códigos que Nacho y yo compartimos».

Para Muñiz esta obra no ha sido un mero encargo: «He tratado de hacerla con el mismo mimo que pongo en mis creaciones. Ha salido desde mi víscera y entrega, lo he dado todo y me alegro de haberlo hecho». Y añade que «no haría una película con la que no estuviera de acuerdo en lo que dice. Mi música parte de un sitio muy puro y sacarla desde ese marco de pureza a mí me hace muy feliz porque me da toda la libertad», asegura.