Serondaya aplaude la utilidad de la cultura

«La obsesión por la utilidad provoca cegueras incurables», sentenciaba ayer, con pesar, el presidente de Serondaya, Fulgencio Argüelles. Esta asociación cultural celebró anoche la entrega anual de sus premios y lo hizo con el convencimiento de que, hoy en día, «todo parece quedar sometido a la economía de los mercados, a la filosofía de lo útil». Por eso, esta entidad aprovechó la ocasión para reivindicar «el saber y la cultura» y para aplaudir la labor de galardonados como el Museo Adolfo Suárez y la Transición de Cebreros (Premio Ciencias de la Cultura). Un proyecto que -según dijeron sus responsables sobre el escenario- «forma a los jóvenes para que defiendan en el futuro la democracia».

Valores muy necesarios para llegar tan lejos como lo hace la Academia de Cine y su programa 'Residencias', distinguido en la categoría de Arte. Esta propuesta fue reconocida «por haber ideado y creado un proyecto dedicado a promover, fomentar y arropar el desarrollo de nuevas vocaciones cinematográficas». Un lugar de creación muy distinto al del maestro charcutero Xesc Reina (Gastronomía). Fue laureado «por ampliar el universo gastronómico e innovar de manera exitosa y constante, en torno a diversos productos», lo ensalzaban mientras él no podía contener la emoción.

El palmarés anoche lo completó la Librería Pimiango (Letras), un espacio de «continua ebullición cultural, cruce de caminos alumbrado por las palabras y una referencia del conocimiento que busca combatir la orfandad del mundo rural». Esteban Raposo recogió este premio, convencido de que «lo más fascinante de este camino es la gente con la que lo compartes».

Porque la cultura debe llegar a todos los rincones y recordar a quienes lucharon por protegerla. Fulgencio Argüelles quiso hacer justicia a la memoria del que fuera director de este diario, Marcelino Gutiérrez, de quien dijo que era «un maestro del equilibrio, que siempre apoyó a nuestra asociación». Además, el escritor también recordó a otros dos fallecidos este año, Xabel de Cenera y Aníbal Vázquez, alcalde de Mieres durante doce años. «Siempre estuvo a nuestro lado valorando cada una de nuestras iniciativas», aseguró, ganándose el aplauso nostálgico del público, con el recuerdo de los tres ausentes. Para ellos, también tuvieron pensamientos el actual alcalde de Mieres, Manuel Ángel Álvarez, y el director de Política Lingüística, Antón García, que aprovecharon para felicitar a los galardonados por su lucha por la cultura.